viernes, 26 de julio de 2013


Tanca els ulls

la Lluna surt
arriba la nit
tu ja saps que és l'hora d'anar a dormir
així que tanca els ulls
tanca els ulls
tanca els ulls
ningú no pot venir a fer-te mal

tu tens tanta por
de quedar-te sol
però ara no
jo estaré amb tu per sempre més
així que tanca els ulls
tanca els ulls
tanca els ulls
i dorm


jueves, 25 de julio de 2013

La distancia separa cuerpos no corazones

Pasos hundidos bajo piedras se deshacen como tarros de azúcar en aguas marinas que vieron sus padres partir hace tiempo. Lagunas que reflejan cerros presentes coronados por la blanca nieve se esconden de la claridad de una luna llena presente.

Cuerpos negros que deambulan mirando el cielo van a la búsqueda de esa luna que según parece presenta las emociones y los sentimientos a flor de piel, pero yo sin esperar que mis heridas sangren con más persistencia vuelvo a la realidad, porque la misma sangre corre en cada una de nuestras manos.

No me permito escribir en el día de mañana, pues tan sólo una canción tendría sentido en cada uno de esos ocho momentos que continuaran avanzando sin compasión para los que te lloraron.

Como siempre diré humildemente;

Eloi…
For every step in any walk
any town of any thaught
I'll be your guide

For every street of any scene
any place you've never been
I'll be your guide

Mi hermano…
Para cada paso en cualquier paseo,
 cualquiera ciudad de cualquier pensamiento
 Seré tu guía

Para cada calle de cualquiera escena,
 cualquier lugar donde nunca estuviste
Seré tu guía



Espero que te fueras para ser más feliz…



miércoles, 17 de julio de 2013

Navidad…

Eran las vacaciones de invierno en tierras chilenas y aquella calle de Caracoles que se divisaba desde el ventanal del trabajo  me recordaba cada vez más a las frías navidades de mi ciudad. Grandes y pequeños cubrían sus cuerpos con atuendos de lana que intentaban evitar el resquebrajo de aquellas pieles resecadas por el arduo sol del desierto que cada mañana nos visitaba.

Farolas que simulaban luces de neón iluminaban los rostros de aquellos chiquillos que con bolsa comercial, sonreían tras la compra de un nuevo enigma hecho recuerdo tras su breve estadía en aquellas tierras lejos del pupitre; mientras los padres con mirada de complacencia intentaban no pensar con aquellos recuerdos laborables adormecidos a cientos de kilómetros de sus actuales andancias.

Tal vez se trataba de una falacia o bien de una nueva burbuja alejada de la realidad diaria, pero la misma ayudaba a cada uno de ellos a pensar en vivir durante unos días de aquello que tal vez era ausente durante gran parte del año.

Pues fue tal vez esa misma sensación era la que me hacía recordar que las Navidades eran como un paréntesis, dígasele ficticio o no en el que la gente parecía estar más feliz que nunca y en que todo parecía ser más amable que nunca, hecho que a más de uno le hacía emerger un cierto odio a dichas fechas por no ser reflejo de su realidad.

Pues realmente no entendía él porque no disfrutar de esa realidad, fuese ficticia o no, cuando la misma aportaba una sensación de acorazamiento humano para el resto de los presentes; con lo cual me hacía pensar que una vuelta a casa en dichas fechas, sería la forma más sana desde un punto de vista afectivo a mi emocionalidad.


Así que ya estamos de vuelta al buscador de vuelos….Bogotá, Caracas, Madrid…..Barcelona, la suerte está echada y sin más preámbulos anuncio mi llegada por Navidades…no sé si será por mucho tiempo, tal vez un mes, pero sea ficticio o no os quiero ver sonreír a todos a mi vuelta y con vosotros brindando juntos, con vivos  o con muertos, por un año más o un año menos…de viaje.



miércoles, 10 de julio de 2013

Cartas a David

Era uno de esos días que necesitaba escribir algo, pero no sabía por dónde empezar. Tenía algo allí dentro que quería salir, pero no encontraba la manera de ponerle palabras a aquellas emociones que se paseaban por mi cuerpo dando toques de atención a mis sentimientos.

Todo empezó tras esa conversación a pantalla virtual con mi hermano; la verdad que hacía ya unas semanas que no nos habíamos visto las caras y tras el cierre de esa puerta, salto la pregunta de que si era cierto que mi vuelta a Barcelona sería fugaz para proseguir posteriormente un año más mi aventura. Mi afirmación fue rápida, pues la meta fijada con nombre Méjico sabía que me llevaría más tiempo de lo esperado; pero la verdad que al cabo de pocos segundos y tras mirarnos los ojos me entro un síndrome de nostalgia.

En los últimos quince años de nuestras vidas habíamos crecido más unidos que nunca y ese cordón umbilical llamado Gresely i Farré nos había hecho crear algo más que un lenguaje propio, algo más que unas miradas llenas de contexto, algo más que una unión que se sustentaba por muchas cosas más que las que pudiera ofrecer por defecto, la coincidencia de unos apellidos que nos unían tras un papel de estado.
La verdad que tras el corte de esa conexión hubiera cogido el primer vuelo para darle un fuerte abrazo, pero el autocontrol me limitó a agarrar el computador para poder vaciar estos sentimientos con unas palabras que nunca estarían a la altura de lo que él se merecería.

Había evaporado muchas lágrimas escribiendo mis sentimientos entorno a la figura de mi hermano pequeño y tal vez nunca había demostrado el amor hacía quien me ayudo en todo momento de salir de las aventuras turbulentas de juventud, de quien me empujo a volver a estudiar, de quien me empujo a entrar a una vida laboral llena de emociones compartidas, de quien me ayudo a entender que significaba ser hermano; de quien ahora me impide seguir escribiendo, pues mi vista esta nublada por lágrimas necesarias para poder seguir respirando el aire que me da la vida.

Y tras la lluvia llego la calma, pues aquel sentimiento finalmente pudo emerger de mi interior; aunque el mismo siempre seguirá allí dentro con aquella contención que a los dos nos caracteriza, aquella contención que nos ha hecho año a año más fuertes, pero que a veces se desmorona sin poderlo evitar, como aquellas lágrimas que nunca olvidare del día de mi despedida en el aeropuerto, en donde una última mirada hacia atrás se hacía imposible de soportar.


Por suerte te tengo en esa medalla que sigue colgando de mi cuello; ahora lejos, pero tal vez más cerca que nunca de ti. Pues la verdad somos más que hermanos…este viaje me ayudo a valorar mucho más las cosas, este viaje me ayudo a entender que a veces es necesario llorar; es por ello que tal vez continuaré rumbo a Méjico, pero sin olvidar los que tal vez un día lloraron por mí, pero sin olvidar lo que te debo, pero sin olvidarte a ti….y con ello sé que pagaré el precio de encontrarme con días raros..




jueves, 4 de julio de 2013

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2033…y seguiré respirando igual que ahora...

Pues la verdad es que espero que dentro de veinte años no me encuentre atrapado entre cuatro paredes cristaleras que sólo me permitan ver poco más de aquel sol que anuncia el paso de un nuevo día. En ese momento espero poder cerrar ese video a tiempo al ver que la felicidad eclipsa mi propio yo. Pues me quedo con la idea de que la vida es una sucesión de momentos y depende de mí mismo de como los viva.

Sí tal vez estoy en esa burbuja del viajero en donde frases lapidarias aparecen sin cesar en el día a día; momentos en que piensas que el hombre muere por las ansias del sentido común o mejor dicho pierde la libertad por el sentido común, momentos en que piensas que ningún hombre civilizado se arrepiente del placer, momentos en que piensas en no prohibirte nada, momentos en que piensas que no hay ninguna razón para amar sino que se ama porque se ama, momentos en que te das cuenta que la vida transcurre ahora y que no hay que morir por el pasado ni vivir para el futuro, momentos en que dejas de pensar…

Así que sin querer pensar en ese futuro estúpido de pensamiento, utilizare la forma del futuro sólo como aviso para anunciar que si dentro de veinte años las excusas aparecen por motivos de trabajo, si los olvidos aparecen por motivos de trabajo, si los encuentros desaparecen por motivos de trabajo, si las aventuras desaparecen por motivos de trabajo, si la incertidumbre ya no aparece por motivos de trabajo….si vivo por un nuevo traje por corbata con pendiente ausente, despertarme, pues tal vez estaré muerto…

Así que espero que visualicéis este video, no para que nos veamos próximamente en cualquier sitio del mundo, sino para que os podáis ver a vosotros mismos en cualquier sitio del mundo. Y si por suerte nos encontramos más que un abrazo y una sonrisa nos ayudaran a seguir soñando sin la necesidad de cerrar los ojos.

Pues tal vez llego el momento de dejar de cerrar los ojos para ver o dejar de ver ese futuro que nunca llega o ese presente que nunca se acaba por la sensación de inmovilidad del mismo.


Sin más palabrejas de soñador despierto me despido por tal vez unos días o un momento, todo depende de lo que aparezca de nuevo frente mis ojos abiertos.