domingo, 29 de septiembre de 2013

Una tarde o noche en Valparaíso

Yo permanecía allí sentado con silencio; mis rodillas entrecruzadas advertían sobre mi falta de seguridad, pero sin desgastar ni una gota de sudor frío permanecía impasible de cara, como si nada me importará. Ese ajuste incomodo de la entrepierna tal vez me delataba, pero yo miraba a lado y lado de aquel espacio que se me había asignado como si de un “otro” día se tratara.

Tras unos minutos sus blancas y negras figuras se iluminaron y mi primer suspiro se dejó ahogar por la vergüenza de delatarme como un principiante en aquellas situaciones; pues no siempre la edad es símbolo de experiencia o bien es que a veces parece que necesitamos volver a nacer para poder volver a sentir las cosas.

Yo de repente sentí deslizando mis manos sobre esa fina superficie y en cada una de sus partes podía imaginarme nuevas historias que contar; cada uno aquellos espacios tenían una vida que tal vez en otras manos había estado menospreciada, pero yo sentía la necesidad de poder entender y delatar el sentido de cada una de ellas.

Hubo momentos en que mis manos sentían la necesidad de adentrarse en ese mundo idealizado, pero las mismas se acabaron apartando, pues la proximidad de sentimiento no siempre es la misma entre dos mentes que buscan placer al mismo momento.

Tal vez sus sentimientos no eran los mismos que los míos, tal vez sus manos se resistían a llegar allí donde yo quería; pero yo seguiría pensando que tal vez un día todo aquello que yo buscaba por sentir llegaría a mis oídos. Si, ese día me encontraría totalmente satisfecho y de nuevo abriría mis piernas sin miedo a nada;  sin miedo a sentir,  sin miedo a moverme, sin miedo a gritar, sin necesidad de existir una negación a ese sentimiento querido.


De nuevo se abrían las luces y me levantaba de esa butaca numerada, el concierto había finalizado, esa música me despertó los sentimientos, pero los mismos se tuvieron que acostar entre sábanas blancas en donde lo negro no permitía aumentar ni disminuir la intensidad de aquellos sentimientos; ambos nos habíamos escondido tras esa tapa de madera que habíamos creado por miedo a sufrir aventuras en donde algunos siguen pensando que hay ganadores y perdedores…pero por suerte siempre nos quedará la música para seguir sintiendo lo cerca que podemos llegar a estar, si nosotros queremos.


miércoles, 25 de septiembre de 2013

Portales. Nueva luz para crear

Esas arenas agujereadas por aquel que gozaba de libertad hacían tambalear cada uno de nuestros cuerpos y como si de sobresaltos se trataran aparecían intermitentes ideas con las que crear algo con fundamento con aquellos textos que me habían acompañado durante los últimos meses.

La idea era conseguir que esos textos fueran entendibles desde cada una de las capacidades sensitivas que tenemos al alcance y con ello evitar la nube del elitismo intelectual que a mi forma de ver sólo servía para anular la posibilidad de compartir no conocimiento sino vida.

Pues estaba harto que la gente midiera el conocimiento como capacidad de intelecto, como capacidad de adquirir y almacenar nombres, conceptos o palabras propias. - ¿y donde quedaba el espacio para la capacidad de sentir?- pues tal vez nos teníamos que empezar a acostumbrar a saber sacar todo lo que llevamos dentro, lo cual no partía del intelecto, sino de dejar fluir todo aquello que urgía por emerger; aquello no era una capacidad, sino una necesidad y en el caso que existiera una medición, pues tal vez había estado creada estúpidamente por cada uno de nosotros mismos.

Así que tras abandonar esa playa de los Portales llena de luz, legué a casa intentando traducir todas aquellas informaciones en un formato que me ayudara a crear una nueva guía de trabajo; fue una noche complicada, pues alguien había abierto una puerta a una ilusión que llevaba meses buscando y ahora me sentía desbordado con aquel conjunto de bocadillos emergentes que saturaban mi pensamiento.

Incluso mis sonrisas de satisfacción al día siguiente alertaban el aviso de los que convivían conmigo; como una euforia se apoderaba de mí, pues el hecho de haber compartido unas palabras con gente que sentía las cosas, me habían ayudado a derribar un nuevo muro.

Tal vez se venía mucho trabajo encima y con el miedo de que algunas ideas se volvieran utópicas por el deber malgastado de la razón, me ponía manos a la obra con la misma energía que tal vez había pasado al olvido en los últimos meses.

Es como si por primera vez viera un resultado final, era como si por primera vez viera un objetivo claro que alcanzar y ello me ayudaba a respirar sin tambalearme.

Ahora soñaba con dejar ideas a través de la escritura, la imagen y tal vez más tarde con el sonido y tal vez poco humildemente empezaba a pensar que aquello tomaba una nueva vida; pues ese nuevo concepto digámosle artístico por el hecho de combinar diferentes artes, alejadas o no de la belleza, podría evolucionar a que los mensajes, los pensamientos, los…evolucionaran con el libre albedrío de cada uno de aquellos que los quisieran adoptar como suyos.

Sé que por primera vez, podía empezar a soñar con retomar esos textos y reinterpretarlos años más tarde; pues tal vez en ese momento ya no serían mis textos, ya que los mismos habrían tomado una nueva vida después de que cada uno de los tambaleantes se los hiciera suyos.


Sólo podía decir “gracias” y es que a menudo en el momento menos pensado aparece quien encuentra las palabras que se quedaron escondidas…suerte que aquellos que andan con libertad siguen haciendo agujeros en su búsqueda…


domingo, 22 de septiembre de 2013

22 de Setiembre. MI HERMANO

Pues es difícil que decir a día 22 de Setiembre, espero que te lo haya dicho todo durante este tiempo; espero que cualquiera de la cosas que pudieran salir de mi boca no te resultara extraña, pues eso significaría que no conozco las palabras para expresar lo que pienso, lo que me convertiría en un analfabeto de los sentimientos. Pues sólo me queda la escritura como única vía de expresión intrapersonal, pues la música y las imágenes aún me quedan lejos como para poderlas orientar a un mismo mensaje; y mientras sigo luchando por ello, antes de que me vuelva un analfabeto del futuro, llego y vacío con tinta mis entrañas.

Tú te quedaste allí y tal vez fuiste más valiente que yo, pues es más fácil deambular por el mundo que enfrentarse a mantener el equilibrio frente a una misma escena que sólo entiende de minutos y en donde los sentimientos no tienen evasión física en donde quedarse arrojados. Yo en cambio me muevo con la libertad de vivir donde me encuentro, de vivir allí en donde siento y sin prejuicios me permito salir corriendo cuando el miedo o la estupidez me obligan a pensar demasiado en una situación. Sí, tal vez me escapo de la complejidad con la que ese “alguien” llamado Dios insiste en probar nuestra capacidad de ensueño; una complejidad tal vez creada por mismo, pues tal vez a veces me siento aburrido de una rutina que no me joda.

Con lo que después de casi cuarenta años que te conozco te sigo admirando como persona y seguiré escuchando aunque sea con disimulo cada una de tus palabras. No te creas que si el disimilo existe es por falta de confianza, sino que posiblemente absurdamente o no estaré pensando que así estoy creciendo como ser individual y es más; creo que tengo que dar paso a quienes te acompañan bajo ese árbol de la vida que con empeño una vez más te aventuras a dar la posibilidad de dar vida y con la que yo siempre egoístamente me he anulado por miedo a tener que decidir.

Sí, a día de hoy miro y me enorgullezco de conocer más que los nombres de tus hijos, me sigues demostrando de lo que eres capaz de crear, así que espero que sigas construyendo buena gente con la que conversar humildemente, bajo la libertad de que conozcan que tienen un nombre propio.

Así que aunque digan que los hermanos nos tocan y no los escogemos, sé que algún día me hubieras dado la posibilidad de ser tu amigo. Así que sigue ofreciendo manos a quien levante un grito de auxilio porque más de una nueva vida salvaras; aunque sé que dejaras un aliento de esperanza para los que no te conozcan, pues dos nuevas vidas te están siguiendo…

Y si algún día estas jodido te digo humildemente que no disimules como hemos aprendido a hacerlo durante muchos años, llora y levanta de nuevo la cabeza, que seguro que un nuevo espejo te dará los buenos días y el mismo reflejará todo lo que llevas detrás; así pues lo que llevas dentro nosotros ya lo sentimos…

O ahora te toca subir el volumen de la canción como tantas veces hemos hecho…piensa que yo seguiré buscando y espero que cuando encuentre el sitio vengas conmigo, es todo lo que puedo hacer…


Moltes felicitats germà!!


viernes, 20 de septiembre de 2013

Viejos versos. Más dedicaciones

Aquí vuelven dedicaciones para aquellos que se sientan identificados, lo siento pero las palabras las creasteis vosotros mismos…

No intentes convertir a los demás,
en aquellas personas que un día olvidaste.
No busques palabras ajenas con las que disculparte,
para poder sentir que aún están cerca de ti.

Todo el mundo pasa,
todo el mundo vive,
y cada uno de ellos tiene un nombre que los define.

Tú nombre no cambiaste por falta de humildad,
su nombre rechazaste a pesar de su sinceridad.
No pretendas que ellos hagan por ti,
lo que tú un día olvidaste para ellos.

No pretendas cubrir tus pecados,
con respuestas creadas bajo singular antojo.

Vive hoy sin olvidar, para no rectificar mañana.


domingo, 15 de septiembre de 2013

Valparaíso sigue conmigo

Después de mucho tiempo sentía que finalmente estaba viviendo en una burbuja tal vez creada por mí mismo; una burbuja sin fines preestablecidos. En ningún momento me sentía enfrentado a la trabajosa y permanente necesidad a la cual había estado evocado durante mucho tiempo de inventarme un sentido por el cual pensar que era “algo”.

Tal vez mi día a día no era muy especial para la mayoría de vivientes; el mismo transitaba entre horas de lectura, deporte, escritura, paseos, propuestas de cultura gratuita y como no ese reconfortante paseo al puerto de Valparaíso en donde me rodeaba de perros hambrientos y palomas iluminadas al son de los últimos flashes que nos visitaban…Repeat..y como no esas idas y venidas a casa en donde tras la sombra de “la plage” aparecían genuinas sonrisas tras la  naturalidad de buena gente con la que compartir la vida.

Con ello empezaba a dudar de la necesidad de eso que llaman “autorealización” para sentirse ser ese “algo” del que hablaba anteriormente. Pues sin unidad alguna con la que medir las sensaciones; egocéntricamente podía decir que las mismas estaban acompañándome.

Ahora mismo recordaba las palabras de ese buen lutier que días atrás me había abierto las puertas de su casa; él me decía que hiciera lo que quisiera en esta vida, pero lo que hiciera lo hiciera bien; pues tal vez lo único que me tenía que proponer era vivir…así que tenía que intentarlo hacer lo mejor posible.

Supongo que muchos de vosotros pensareis que bien hay que trabajar y con ello nos poníamos en los próximos días; gracias a un buen amigo que me daba la oportunidad de empezar a dar una mano en un negocio.

A partir de los próximos días empezaría a vender paltas, lechugas, manzanas, jamonadas, aceitunas,…tras ese pequeño mostrador del cerro….

Pues que se podía pedir más; imposibilitado de ejercer como psicólogo como oportunidad de ayudar a la gente, ahora ayudaba a dar caprichos gastronómicos frente a rostros esperanzados de evadirse del día a día. Pues de esta manera podría pensar que no vivía para mí mismo sino por la felicidad de más gente, de manera que viviría eternamente… pues alguien siempre me recordaría tras cualquier bolsa de manjar…

Pues tal vez si así lo pienso, estaba buscando un sentido de autorealización al trabajo con lo que me estaba contradiciendo con lo dicho anteriormente; pero bueno supongo que para poder seguir pensado en algo es inevitable contradecirse.


¿O es que tal vez quien se contenta con nada lo posee todo?¿ahora lo tengo todo o no tengo nada? ¿Qué es todo y que es nada…según quién?¿según uno mismo o según lo que piensan los que nos rodean?... ¿?¿ no nos queda otra que seguir pensando….




jueves, 12 de septiembre de 2013

Formas oníricas que llegan a la felicidad

A día de hoy tomo mi bloc de notas como mecanismo de habla por falta de expresión oral, intentando conseguir mi libertad mental  mientras  escribo imágenes que no me conviertan en un analfabeto del mis deseos.

Así pues intento tomar mis formas oníricas con el mismo intelecto con el cual me obligan a tomarme la vida de forma consciente; pues tal vez esta es la única manera de que las palabras no ahoguen mi posible creatividad o al menos pueda pensar que algo de ella aún puede estar presente. Pues tal vez somos más lo que soñamos que lo que creemos ser o de lo que nos hacen creer que somos; pues en lo que parecemos ser, todos tenemos un juez y en lo que realmente somos, nadie nos juzga.

Vivimos en una sociedad, donde el miedo a expresar todo lo que sentimos nos ahoga en la ignorancia, la ignorancia de no conocer todo aquello que podemos llegar a sentir como seres humanos y tal vez sólo las formas oníricas nos libran de ello. Pues es allí donde todo aquello que no es lógico, nos vale.

Sí, esas formas oníricas que barren esas cárceles del intelecto y que nos ayudan a crear el caos emocional. Pues tal vez si viviéramos dormidos durante un tiempo podríamos llegar a perder la conexión material con la felicidad y conocer su sensación real; de la misma manera que como diría Aristóteles, el invidente es el único que puede hablar de la belleza en su estado puro.

Pero tampoco creáis que mis ganas de escribir sobre el onirismo me hagan olvidar lo que realmente es importante para mí; vivir. Pues sigo pensando que cada día al despertar aparece una nueva vida con la que enamorarse, aunque ello me lleve al dualismo no puro de la sensación de felicidad o tristeza a partir de la intoxicación de la ganancia o la perdida como única forma de valoración.

Así que teniendo en cuenta como dicen algunos; que la manera más profunda de sentir una cosa es sufrir por ella, seguiré sufriendo por mis sueños y buscare mi lapicero cada mañana para aliviarme de los mismos; esperando el día que pueda dormir despierto.


Allí encontraré aquellos impulsos profundos que me ayuden a encontrar un pensamiento ausente de todo control ejercido por la razón y fuera de todas las preocupaciones estéticas o morales que nos acechan día a día.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Viejos versos. Dedicaciones

Sentado en esa fría sala de la Biblioteca Municipal de Valparaíso me decidía a rescatar viejos versos que había escrito meses atrás. Me di cuenta que muchos de ellos eran autocríticos con mi propia conducta y tal vez era por ello que ahora los lanzaba al aire. Mi intención no era la búsqueda de consejos lapidarios, sino que tan solo se trataba de un ejercicio de despojo personal de aquel pensamiento que tal vez se había quedado huérfano de acción. Aunque tal vez al final de la lectura me acabaría preguntando si hoy sería siempre hoy.

Para los que quieren amar siempre mañana

El tiempo va pasando mientras te refugias en el pasado,
el tiempo va pasando mientras te imaginas un futuro.
¿Pero es que ahora piensas lo que haces,
para poderte dar derecho a recordarlo?

Sí, ahora tus ojos abiertos miran de frente,
sí, ahora tus ojos abiertos no miran a nadie.
Son ojos cerrados al presente,
son ojos que buscan preguntas.

Preguntas sin sentido, aparecen sin ser vistas.
Preguntas sin sentido, ayudan a que no nos confundamos.
Pero tranquila, el sentimiento no se pregunta.
Pero tranquila, el sentimiento existe.

No me preguntes, para que sepa que existes.
No me preguntes, para escuchar mi voz.
Porque tú existencia es mi sentimiento.

Porque mi voz no tiene sentido sin tú presente.


viernes, 6 de septiembre de 2013

No pienses, los medios ya piensan por ti..

Una vez más me veo en Chile, uno más de esos lugares en donde según parece los medios piensan por ti, tranquilos yo al igual que todos sigo con la ignorancia de pensar en estar creando un discurso nuevo.

Sí, una vez más nos vemos relegados a la posibilidad de pensamiento que nos dicta la Agenda-setting ejecutada sin “daño” alguno por todos aquellos sistemas informativos o informadores del sistema, que se hacen llamar medios de comunicación, la función de los cuáles es dar a incidir sobre las opiniones y temas que configuran el espacio público.

Sí, hablo de los llamados medios de comunicación, aquellos “entes” a los cuáles hay que dar las gracias por su capacidad de congeniar relaciones interpersonales; ya que bajo un prisma o mejor dicho bajo un filtro creado por ellos mismos, tienen la capacidad de crear “productos culturales” afines a ser juzgados por un “don nadie”, llamado ser humano.

Sí, señores!, porque una vez más, después de seguir durante unos días las informaciones que nos muestran los medios de comunicación, te das cuenta que sin cerebro alguno sólo se te da la posibilidad de “pensar” en todo aquello que según parece es lo que toca, y pongo entre paréntesis el hecho de la posibilidad de “pensar”, ya que la existencia de un libre albedrío del mismo, el pensamiento, es imposible de conocer, al menos por lo que a mí me acarrea.

Día a día, cada uno de los medios de comunicación, ya sea mediante la prensa escrita, la televisión, la radio, etc…, se encarga de dar un toque de heterogenización a cada uno de aquellos símbolos creados por la sociedad que sirven de insignia de entendimiento entre cada uno de nosotros.

Una heterogenización, que es necesaria para poder hacer llegar la información a cada una de aquellas cabezas vacías de pensamiento y llenas de ansias de sensación de grupo de las cuáles formamos parte.

De allí de la existencia de los diferentes enfoques que vamos encontrando en cada una de las explicaciones que se van dando entorno a los acontecimientos que se van sucediendo a nuestro alrededor, los cuáles van apareciendo bajo un mismo formato, al mismo momento que cambian su título de presentación. Está claro que una misma noticia será presentada en relación a quien la firme.

Sí, porque esa existencia inverosímil de cualquier connotación homogénea social se convierte en heterogénea, con el fin de poder hacer llegar cualquier información a cualquier cabeza no-pensante; al fin y al cabo nos encontramos en una sociedad capitalista, en la que todo el mundo tiene el derecho a ver “creada” su cultura, de verla caracterizada, eso sí, bajo un precio, el precio del medio de comunicación; el único con capacidad tanto de creación de cualquier simbología cultural, como de hacer creer que la misma aparece a partir de cualquier pensamiento existente.

Una vez más, la deshumanizad de lo llamado “ambiguamente” lo social, se mueve por la ley de la oferta y la demanda, con lo cual quien aporte más, siempre tendrá la posibilidad de sentirse más respaldado; ya que esa máquina de creación de “simbologías culturales”, conocida también como medio de comunicación, tendrá más razones “económicas” para crear.

Eso sí, crear bajo la insignia capitalista, y no por ello evolucionista, ya que sin querer entrar en debate de la posible intoxicación estatal comunicativa a la que se ve o ha visto aquejada cualquier estado, su evolución más que la cohesión de pensamiento, busca la cohesión de enriquecimiento social, la cual a partir del momento que se percibe como digna de seguimiento, es utilizada como evidente emblema de estabilidad de pensamiento.

Sin tener la intención de seguir lanzando piedras entorno al capitalismo y poder acabar así con dicha “crítica”, acabaré diciendo que creo que uno de los principales problemas es que debido a la profunda evolución de las tecnologías de la información, al profundo avance de las mismas, hace imposible la existencia de cualquier pensamiento socio-político-cultural…., que se pueda alejar del capitalismo.

Dicho en otras palabras, el capitalismo nació al mismo tiempo que nacieron los medios de comunicación o posiblemente unos llevaron a otros, en el fondo fue el “descubrimiento” o no de una gran capacidad de negocio y la retroalimentación producida por ambos hace inútil la existencia de uno sin el otro.

Por mucho que pensemos, que nuevas tecnologías tales como Internet, pueden dar pié a una más alta heterogenización de pensamiento, debido a que el mismo supone una ventana abierta a cualquier tipo de pensamiento, la posibilidad de “sobrevivir” del mismo pasa por la incapacidad de respaldarlo; con lo cual lo único a lo que podemos llegar, lo único que podemos vislumbrar, son aquellas pequeñas diferenciaciones que evidencian que la comunicación es preformativa, ya que genera inevitablemente procesos de diferenciación y cambio en la misma relación comunicativa. Con ello nos aparece aquella débil sensación, en el fondo inexistente de que los medios de comunicación, pueden convertirse en agentes de cambio social.

Sí, hablo de aquella débil sensación de libertad necesaria que tenemos los humanos de poder pensar que pensamos, que podemos cambiar algo; no obstante y sin intención de mostrar un carácter pesimista, la posibilidad de cambio pasa por la creación de aquello existente; así pues cualquier capacidad de nuevo pensamiento es de evidente inexistencia a partir del momento que lo evidenciamos.

Con ello quiero decir, a pesar de que pueda pensarse que la valoración es más a título “personal” (hecho imposible, ya que evidentemente estará suscitada por un alguien), que se me suscita la duda de la posibilidad de que exista una capacidad de creación, transformación e uso particular de cada uno de los productos culturales presentados al consumo por parte de los Medios de comunicación.

Según a mi entender los productos culturales presentados al consumo, ya se presentan de forma estratificada e afín a partir de cada uno de los medios de comunicación existentes, sin “derecho” a una creación inexistente.

La recontextualización de cada uno de los productos presentados por los medios de comunicación, ya se ven presentados de buen principio por cada uno de ellos; no surgen de lo individual, sino que es el propio individual el que se encuentra dentro de dicha multitud de pensamiento mediatizada.

Está claro que la existencia de una recontextualización grupal de cada uno de los productos culturales presentados, la cual viene determinada por cada una de las diferentes fuentes que nos presentan los diferentes tipos de medios de comunicación, nos ofrece la posibilidad de que cada uno de los “grupos” presentes interpreten a “buen ojo”, cada una de las similitudes a sus propias costumbres, ideas “estandarizadas”.

Con todo lo presentado hasta el momento quiero dar a entender, que por mucho que las teorías sociológicas, nos quieran hacer entender de la existencia de al menos, una capacidad de decisión en torno a todo aquello que podemos deliberar frente a la “Agenda” presentada; la posibilidad de que dicha deliberación se aleje por ejemplo del impacto directo de la aguja hipodérmica, pasa como mucho por la “intoxicación” deliberada de aquel ente, personaje, líder,…(llamada también de doble flujo de comunicación), la cual no olvidemos proviene también de los medios de comunicación; a no ser que el mismo provenga de otro “planeta”. No olvidemos tampoco, que la función de los medios de comunicación es la construcción de aquella realidad que todos podamos reconocer.

Con lo cual y volviendo a lo de “antes”, nos volveremos inevitablemente a la visualización de una realidad ya creada y con imposibilidad de variabilidad “incontrolada” alguna por parte de la misma.

Con todo ello podríamos hablar también de la cuestión de la espiral del silencio presentada por Noelle-Neuman, sobre la necesidad del ser humano del sentirse acomodado a aquel pensamiento originado por la opinión pública, ya que la existencia del mismo, la existencia de cualquier pensamiento es imposible de entender sino es a partir del filtro social, no sólo de aquel que es originado por los medios de comunicación, sino por el propio originado por cualquier “ente existencial”.

Supongo, que estas palabras señalan más una crítica a un todo, que no a la propia valoración de las ideas presentadas por cada una de las fuentes de pensamiento presentadas en este “episodio psicológico”; individualistas y sociológicas. Pero me es imposible pensar la existencia del pensamiento humano o mejor dicho de la variabilidad de pensamiento del mismo; ya que el mismo no tiene capacidad de creación y su variabilidad se limita a cualquier “ocurrencia conocida”.

Actualmente, sin entrar en el hecho que exista el interés de la existencia de lo no conocido, ya sea por el hecho de la “in-necesidad” de romper con todo lo creado, de romper con la costumbre, valores culturales, estructuras,…en fin romper con todos los aspectos por los cuáles los medios de comunicación se sirven de piezas de juego, sino que aquello no conocido no se encuentra a nuestro alcance.

En definitiva la única variabilidad se supone a la mezcla de pensamiento e intoxicación social, derivada de unos mismos ingredientes que día a día los medios de comunicación luchan por hacer aflorar en son de la sociedad capitalista.


Así que seguiremos pintando nuestros medios tras superficies de cartón, imaginando nuevos sueños que evadan la existencia de la realidad…


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Valparaíso, de nuevo nos vemos

Y de nuevo tras llegar a esa plaza de los deseos me encontré con esa angosta subida de Ferrari que me llevaba allí en donde hace más de medio año había escrito las últimas palabras a Valparaíso.

De nuevo me encontraba con Pablo Neruda de pie a espaldas del mar y una Gabriela Mistal sentada, intentando retener toda la luz del mundo en unos ojos llenos sentimientos de aquel que consiguió petrificarla con sus propias manos.

A mí no me quedaba otra que sentarme en el banco del lado intentando contagiarme de esa ciudad como diría Sabina, “asquerosamente poética”…

Cerros de colores, neblina en el cielo, hojas despojándose de su vida derramándose por el suelo, perros solitarios, maderas carcomidas bajo chapas heladas; y como no esa fría humedad que surgía de un mar que con su calma, conseguía apaciguar incluso aquellas estructuras metálicas creadas bajo el temor infundado del que no cree con la palabra como forma de comunicación.

Sí, tal vez un temor infundado bajo la misma ignorancia que ahora me dejaba sin palabras para explicar que era aquello que me ataba a esa bucólica ciudad y que no dejaba partir.

Me imaginaba escribiendo los nombres de las nuevas vidas que podría ver pasar tras aquellos cristales vaporizados con una taza de té caliente. Una taza de té agarrada por unas manos abiertas de un yo presente, que buscaría su vida tras ventanas que no escondieran intimidades.

Un yo presente que cargaría con ese abrigo inventado por las notas musicales de Nick Drake que ahora dedicaba a Valparaíso, las cuales me invitaban a un cigarro que se consumiría lentamente durante un mes por esa calle Héctor Calvo.


Era momento de encontrar un nuevo trabajo que me diera de comer o tal vez sin el mismo me decidía a vivir de esos secretos o sueños escondidos que me ayudarían a alargar aún más esa sonrisa que seguiría burlando el paso del tiempo; un nuevo niño había nacido tras esos nueve meses de viaje.

Me fui a ser feliz, no sé cuándo vuelvo…




domingo, 1 de septiembre de 2013

Pasado, presente, futuro…sólo cambiara el tipo de cincel.

Y tal vez llegó el día en que ese humano cansado de no poder alcanzar la pureza idealizada con aquellos que lo rodeaban, incapaz de poder llegar a la realidad de un ser sin tapujos; optó por agarrar un cincel de basalto para crear la imagen de su fantasía tras el volumen desnudo que presentaban aquellas rocas volcánicas que surgían espontáneamente de Rano Raraku.

En esa cima lucho a espaldas de la brisa del mar, en búsqueda de esa personalidad que necesitaba florecer hacia la realidad y así poder dar un impulso de esperanza a esa utopía soñadora por la cual seguía esculpiendo

Ahora tras la sombra de Miguel Ángel me imagino una verde Toscana con nombre polinésico en donde el mármol de Carrara toma el oscuro del granito quemado y en donde la necesidad de ver con propios ojos aquellas figuras ocultas que se encuentran encarceladas tras bloques fríos, uno puede dar un impulso de esperanza a esa utopía soñadora por la cual sigue esculpiendo.

Capaz que llegara el día en que aquel mismo utópico soñador de la belleza pura dejará el cincel en cualquier piedra oculta, para que la misma se encargue de olvidar la idea que se volvió utópica; tal vez ese día el frío de las rocas, de los muros, de las barreras se desnudaran por si solos y tal vez no llegaremos a ver la belleza pura del ser, pero al menos por ignorancia de la misma no lucharemos a golpe de cincel.

Pero está claro que  así como una flor no elige su color, nosotros no somos responsables de lo que hemos llegado a ser ni de lo de que queremos llegar a ver; así que espero seguir encontrando cinceles en donde clavar mis arduas manos y seguir soñando del interior de las personas que me rodean; mientras puedo ver como aquellos que ahora observo lo lograron, lo logran y lo lograran.


Me voy a soñar despierto al momento que se desnudan las piezas frente de mí…