jueves, 16 de noviembre de 2017


Uno corto de miradas, pues no siempre se resisten

Si las miradas mataran tal vez estaríamos muertos. En este lugar, siento la sensación de algo en el aire y no siempre es agradable. Si las miradas mataran y arrancaran tu piel para poder ver lo que está dentro de ti, me tendría que cubrir para no sufrir.

Pero me agarro a la idea de Breton de que el ojo existe en estado salvaje. Observo un perro andaluz de Buñuel con ojo sajado para conseguir una mirada libre de censuras y represión.

Así pues permito que la gente me mire como le dé la gana…pero no sufráis por mí, sigo pensando que lo importante es retener de la vida lo que merece ser retenido.

Ahora intento mirar a cada uno de aquellos que me rodean con ternura, pues tal vez es la manera que les ayude a ser más sensibles. Se dice que los ojos son el espejo del alma y al fin y al cabo cada uno de ellas están conectadas.

Ahora os dejo de mirar y os abandono pues no quiero que os sintáis intimidados, pero pensar que las miradas prolongadas y recíprocas pueden ser un indicador de relación duradera entre las personas

Así que dejaros querer y ser queridos, al momento que seguís mirando a la gente…eso sí, con ternura.

Ahora es momento de música, pues como decía Poe… “En la música es acaso donde el alma se acerca más al gran fin por el que lucha cuando se siente inspirada por el sentimiento poético: la creación de la belleza sobrenatural”

Alma, ojo, belleza, personas…. Sin miedo…

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