viernes, 18 de julio de 2014

Palabras que hacen pensar

Fue uno de esos días en los que de nuevo volvía entre las líneas que marcaban cada uno de aquellos cortos manzanos que se alineaban sin sombra marcada. Los pasos de mis pies desnudos se seguían separando entre crujidos de hierba muerta y al son de cada uno de ellos se alternaban dos palabras que parecían estar en disputa por un reencuentro imposible; tal vez imposible por la  existencia de una entrepierna que parecía ser el centro de su desunión.

Una se llamaba pasión y la otra se llamaba amor; la verdad que yo sin dar vuelta alguna a la cabeza, estaba dispuesto a seguir adorando cada uno de aquellos libros de los cuales solo conocía una bella tapa, pues esos eran mis deseos internos y sin saber si sabían contar historias de amor, preferiría seguir andando a tientas por cada uno aquellos caminos que tal vez sin o con manzanas me acabarían marcando a tortazos los sueños de la pasión.

Sólo gracias a ellos se me desvelaban de nuevo las ganas de pensamientos obsesivos de energía nunca desbaratada en los que inventar nuevas historias con final no siempre feliz cuando verían la realidad; pues no quería pensar que la perduración del cariño se convirtiera en una amistad producto de un sentimiento tal vez inventado; producto de un vínculo estúpido por un contrato de larga convivencia.

Así que seguiría  volcado en la adoración obsesiva al otro; pues que mejor que morir de agotamiento por una pasión interna que te consume y así poder seguir engañando cualquier impulso de sueño e intento de calma a un puto cerebro que busca la conformidad del que no está dispuesto a sufrir.

Pues era consciente que sólo sufriendo podía seguir escribiendo, pues era  la única manera en espacio donde la conciencia podía perder los referentes; era la única manera para entrar un poco en la locura, al intentar encontrar mí espacio atemporal propio.

Ahora sólo me quedaba reflejar un “viva” a esa acción de padecer; a esa perturbación o afecto desordenado del ánimo. A esa inclinación o preferencia muy viva de un alguien que podía ser yo a otra persona.

Con ello invitaba a todo el mundo a padecerlo; pues los pies siguen andando por separado al mismo momento que sigo andando por esa hierba muerta que separa los manzanos; más claro el agua, pues no hay tiempo en esas tierras en que me ataque ninguna sombra de un ciprés alargado.

Pero para los que siguen o seguimos pensando, que puede existir el amor con pasión, que disfruten de la canción; pero que recuerden también que tal vez no siempre los niños vienes de Paris.

Bonita canción; los pies siguen su camino por separado al momento que los dedos de mis manos se siguen desgastando por un nuevo thinning de mañana; pero el desgaste de las mismas no se ven condicionadas por caricias de pasión, pues tal vez es por esto que se echan a perder.

Como decía alguien tal vez era todo más sencillo cuando se dejaba de pensar con el corazón o con la cabeza y se pensaba más con la entrepierna; pues en el fondo ella era quien separaba mis pies, quien seguía separando esas palabras…


Seguía escribiendo desde Cawston, Canada…





1 comentario:

  1. "L'amour est delicat comme le pas d'une gazelle, leger comme l'air; comme une recontre sur le net, il peut être fugace et ne durer qu'une seconde, ou au contraire, durer toute une vie, l'essentielle etant que jamais on n'oublie."
    Existe el amor con pasión. AMOR no desamor.
    Gracias por compartir. Bstos.

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