No te
engaño
No te
engaño si te dijo que no hace falta que llegue la noche para soñar; pues a día
de hoy aun con luz te puedo recordar.
No te
engaño sí creo que mucha más agua de la que vimos juntos caer tiene que caer
para que un día regreses; pero tal vez llegue el día, en que las cenizas que
caigan del cielo de todo el tiempo que quemamos se conviertan en plumas.
No te
engaño sí creo que nunca llegamos a confiar en nosotros mismos y que tal vez
entramos a la guerra tan cruel de jugar uno contra uno mismo; pero tal vez llegue
el día en que aprendamos a jugar con la vida sin que la misma juegue con
nosotros.
No te
engaño si creo que cuando viajas tal vez acabas magnificando los sentimientos,
incluso el amor; pero tal vez llegue el día en que nos demos cuenta que el amor
se puede convertir en el viaje más bonito del día, sin tener que mover los pies
del suelo.
No te
engaño si creo que mientras tú estabas intentando olvidar lo tuyo yo estaba intentando olvidar lo mío; pero tal
vez llegue el día en que nos demos cuenta que durante ese tiempo nos acabamos
olvidando uno del otro.
No te
engaño sí creo que a veces me engaño a mí mismo; pero tal vez nunca llegue ese día
y por eso sigo escribiendo lo que pienso.
Sí lo sé,
hoy siempre es hoy y tengo que recordar que es el tiempo de las cerezas; pero
como no tengo nada de que huir me pongo a escribir.
Hoy camino
a ese asentamiento de buscadores de trabajo de Keremeos me vino esta canción a la
cabeza y muchas cosas más… siempre hay un tiempo para todo con lo que tendré que
aprovechar antes de que sea demasiado tarde; pues ellas nunca llegan a
Noviembre.
Empieza
una nueva aventura aquí en las calles de Kelowna con el pulgar levantado.
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