jueves, 1 de mayo de 2014

Nuevos replanteamientos

Iban pasando los días y no sucedían muchas cosas interesantes con las que pensar, con lo que ponerse frente una hoja en blanco que llenar acababa siendo un ejercicio funambulista de unas palabras que se caían a un vacío innecesario de contar.

Así que los planes de marcha a un nuevo lugar programado en esa cabeza desestructurada de rutinas parecían volver a tomar el presente como válvula de escapismo. Me había comprometido a mí mismo y a los que me rodeaban una estancia hasta finales de mes de Mayo, pero la sensación de estar perdiendo el tiempo al no encontrar algo nuevo con lo que crear me parecían fustigarme, al momento que veía aquellos que a cortas edades nos abandonaban en mi tierra nacida.

Así que como aquel que parece necesitar sentir la desgracia ajena o no para sentirse vivo, volvía a mover la brújula de nuevo al menos en mi pensamiento y eso parecía ya una buena excusa para contar lo que ahora os decía, con lo que afirmaba mi idea que si no pasa nada tenemos que ir a por ello. Y con ello ponía en duda quien afirmaba que así como la desgracia hacía discurrir más, la felicidad quitaba todo deseo de análisis; por eso era doblemente deseable.

Así pues para mí sin análisis alguno uno no era consciente de estar feliz o no; pues al menos el análisis para bien o para mal nos hace pensar en lo que tenemos o dejamos de tener, en lo que queremos y lo que queremos dejar de querer; por tal vez nunca haber sido querido. Pues sigo pensando que queriendo y queriéndome es la única forma para no perderme en este mundo fugaz.

Estaba claro que mi actual no independencia me hacía un ser no creativo. Pues había vivido semanas atrás el crisol de razas en estas tierras sin poder experimentar lo mismo en mi mente de vitral ahora opaca; pues la misma sólo se veía tal vez auspiciada por un mosaico que se alejaba de la belleza de cualquier musa romana por el que fue creado.

Pues por lo que a mi concierne en mi mente las palabras se comportaban como guetos separados que no dejaban fluir nada en claro y las mismas como material neutro no se llegaban a fundir en nada para cualquier fortalecimiento y desarrollo personal.

Así que Boquete, San Blas, solicitar un voluntariado, una city en donde perderme culturalmente y emborracharme de ideas o bien cambiar de continente podría ser una solución. Seguiríamos pensando en la solución sin ser problema creado; al momento que intentaba pensar que no estaba perdiendo el tiempo, sino que este iba más deprisa que mi capacidad de pensar.


Tempus fugit, pues aún huérfano de reloj el sol aparece cada día…y al cabo de un rato pienso…



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