viernes, 3 de marzo de 2017


Multiculturalidad en la Isla de Langkawi

Como quien quiere una playa quiere otra y al final un nuevo bus y un viaje en ferry me llevaron al norte de Malasia. A esta le llamaban Langkawi y se encontraba a poco más de una hora de Koh Lipe, según parece una de esas entradas paradisiacas a Tailandia. La verdad que era tentador seguir subiendo, pero esa vez tenía que frenar un poco mi impulsividad, pues mi vuelta a Katmandú estaba a la vuelta de la esquina.

Como si de una señal se tratara a pocos metros de mi llegada al puerto de Langkawi, me encontraba una gran estatua de lo que parecía ser un águila. Era el símbolo de la isla y según parece era Garuda, el caballero del dios hindú Vishnu; así que nuevamente alguien más se encargaba de recordarme que mi camino se dirigía hacia tierras nepalís.

Alguien más se encargaba de recordarme que la multiculturalidad es símbolo de convivencia, siempre y cuando la misma no se encuentre contaminada por aquellos que sólo quieren ver lo que les interesa. Sí, en ese país mayoritariamente musulmán, Garuda seguía saludando día tras día a cada uno de aquellos musulmanes, budistas, hinduistas, taoístas y quien no Dios que quisiesen adorar.

Levanto un periódico de hace unos días y anuncia que en Kuala Lumpur se han sucedido manifestaciones en contra del endurecimiento de las penas impuestas a partir de la 'sharía'; según parece el país se está volviendo más conservador y la llamada policía de la moral empieza a patrullar las calles.

Tal vez los estadounidenses dirán que el ISIS está detrás de todo esto, pues Indonesia y Malasia pueden ser unos buenos baluartes para “recuperar” Asia; tal vez los estadounidenses dirán…

Levanto la pantalla del ordenador una de esas tardes cualquiera, en que uno necesita hacer descansar su piel quemada a la sombra de un día de playa y me dispongo a ver un capítulo de la serie estadounidense “Homeland”. Allí la CIA, el Mossad o cualquier servicio llamado de inteligencia parece tener la razón, aunque ficticiamente se siguen matando unos a otros. ¿realidad o ficción?

Me levanto por la mañana me como mi roti acompañado de patata y me bebo mi café americano sin azúcar ni leche; me pellizco y veo que es una realidad.

Me bajo a la playa y cuando me tocan las olas que allí poco rompen, noto que me mojo. Me pongo de nuevo al sol y me quemo. Hace viento y me lleno de arena….levanto la vista y veo mujeres andando con burka por la orilla del mar, mujeres con biquini con los pies en el agua y hombres que nadan sin esconderse los pechos; me pellizco y veo que es una realidad

Al cabo de unas horas todos acabaran sacando más o menos arena de sus tobillos y a pie o descalzos se irán a comer aquella verdura, animal, pez, halal o no …que más les convenga; me pellizco y veo que es una realidad

Así que no nos levantemos porque alguien nos lo diga, sino porque nosotros queremos. No es un Dios quien guía la evolución, sino que somos nosotros mismos la que la guiamos… pellizquémonos de tanto en tanto y preguntémonos porque a veces parece que vivamos en mundos diferentes, cuando solo tenemos uno.

No cometamos la estupidez de hacer guerras con nuestros hermanos de armas…



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