Multiculturalidad en la Isla de Langkawi
Como quien quiere una playa
quiere otra y al final un nuevo bus y un viaje en ferry me llevaron al norte de
Malasia. A esta le llamaban Langkawi y se encontraba a poco más de una hora de
Koh Lipe, según parece una de esas entradas paradisiacas a Tailandia. La verdad
que era tentador seguir subiendo, pero esa vez tenía que frenar un poco mi
impulsividad, pues mi vuelta a Katmandú estaba a la vuelta de la esquina.
Como si de una señal se tratara a
pocos metros de mi llegada al puerto de Langkawi, me encontraba una gran
estatua de lo que parecía ser un águila. Era el símbolo de la isla y según
parece era Garuda, el caballero del dios hindú Vishnu; así que nuevamente alguien
más se encargaba de recordarme que mi camino se dirigía hacia tierras nepalís.
Alguien más se encargaba de
recordarme que la multiculturalidad es símbolo de convivencia, siempre y cuando
la misma no se encuentre contaminada por aquellos que sólo quieren ver lo que
les interesa. Sí, en ese país mayoritariamente musulmán, Garuda seguía saludando
día tras día a cada uno de aquellos musulmanes, budistas, hinduistas, taoístas
y quien no Dios que quisiesen adorar.
Levanto un periódico de hace unos
días y anuncia que en Kuala Lumpur se han sucedido manifestaciones en contra
del endurecimiento de las penas impuestas a partir de la 'sharía'; según parece
el país se está volviendo más conservador y la llamada policía de la moral
empieza a patrullar las calles.
Tal vez los estadounidenses dirán
que el ISIS está detrás de todo esto, pues Indonesia y Malasia pueden ser unos
buenos baluartes para “recuperar” Asia; tal vez los estadounidenses dirán…
Levanto la pantalla del ordenador
una de esas tardes cualquiera, en que uno necesita hacer descansar su piel
quemada a la sombra de un día de playa y me dispongo a ver un capítulo de la
serie estadounidense “Homeland”. Allí la CIA, el Mossad o cualquier servicio
llamado de inteligencia parece tener la razón, aunque ficticiamente se siguen
matando unos a otros. ¿realidad o ficción?
Me levanto por la mañana me como
mi roti acompañado de patata y me bebo mi café americano sin azúcar ni leche; me
pellizco y veo que es una realidad.
Me bajo a la playa y cuando me
tocan las olas que allí poco rompen, noto que me mojo. Me pongo de nuevo al sol
y me quemo. Hace viento y me lleno de arena….levanto la vista y veo mujeres
andando con burka por la orilla del mar, mujeres con biquini con los pies en el
agua y hombres que nadan sin esconderse los pechos; me pellizco y veo que es
una realidad
Al cabo de unas horas todos
acabaran sacando más o menos arena de sus tobillos y a pie o descalzos se irán
a comer aquella verdura, animal, pez, halal o no …que más les convenga; me
pellizco y veo que es una realidad
Así que no nos levantemos porque
alguien nos lo diga, sino porque nosotros queremos. No es un Dios quien guía la
evolución, sino que somos nosotros mismos la que la guiamos… pellizquémonos de
tanto en tanto y preguntémonos porque a veces parece que vivamos en mundos
diferentes, cuando solo tenemos uno.
No cometamos la estupidez de
hacer guerras con nuestros hermanos de armas…
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