108, el cuervo de Edgar Allan Poe y Boudhanath
Algunos estarán sentados en lo
que parece un sofá lúgubre, al momento que irán esperando respuestas positivas
a unas preguntas tal vez mal formuladas.
Otros seguirán dando vueltas alrededor
de un lugar sagrado, al momento que irán esperando respuestas positivas a unas
preguntas tal vez mal formuladas.
Los primeros de ellos tal vez se encontrarán
con un cuervo, que abrazado a Palas Atenea, símbolo de sabiduría, seguirá
repitiendo un mantra irreversible que espera que cambie su vida. Un mantra que
irá repitiendo “nunca más” (Nervermore).
Los segundos se encontrarán con
un mala en sus manos que abrazado a Buda, símbolo de la iluminación, seguirá
repitiendo un mantra irreversible que espera que cambie su vida. Un mantra que
irá repitiendo “Om mani padme hum” (la joya en el loto).
Pero tal vez lo que tenemos que
empezar a hacer, es a saber cuál es la pregunta que debemos hacer en vez de ir
esperando una respuesta que siempre sabemos que acabará siendo la misma, pues
ese mantra se seguirá repitiendo por un igual.
Al fin y al cabo, todo depende de
cómo queramos sentirnos en cada momento y eso sólo nos concierne a nosotros
mismos; estar bien o mal siempre estará en nuestras manos.
Podemos, por ejemplo, preguntar
si nos vamos a reencontrar con una persona amada o bien podemos preguntar si
volveremos a sentirnos solos en esta vida. Conociendo que la respuesta siempre será
“Nevermore”, eso nos permitirá que ese día sea especial o uno más para olvidar.
El problema es que nos cuesta
tomar el camino en donde nosotros tenemos que decidir, el momento en que
nosotros tenemos que decidir la pregunta, pues siempre esperamos que aquel
nombrado por su sabiduría nos dé la respuesta; en vez de afrontar la vida por
nosotros mismos.
Así que cobardes o no, devotos o
no o como queréis darle una pregunta a una respuesta, curiosamente Edgar Allan
Poe acabo escribiendo 108 líneas para escribir “el Cuervo” y los que allí en
Boudhanath buscan una pregunta a una respuesta siguen dando también 108 vueltas
a la Estupa.
Casualidades o coincidencias, el
número 108 se repite en cada momento y sigue convirtiéndose en el número
sagrado de la meditación.
Una meditación que tenemos que
empezar a entender, que la verdad sólo va con nosotros mismos. Tal y como su
significado nos dice; es el ejercicio de pensar y considerar un asunto con
atención y detenimiento para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una
opinión sobre ello o tomar una decisión.
Importante que recodéis; tomar
una decisión…. Nosotros.
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