martes, 4 de abril de 2017


Manang, algo más que arte

Pues la verdad es que hoy sí que toca, es el momento de salir corriendo hacia ese baúl de los recuerdos, a la búsqueda de esa foto inexistente, que me ayude a recordar lo que paso durante esos días en Manang.

Ahora recuerdo una minivan escurriéndose entre diferentes líneas desuniformes de vehículos, que se alejaba estrepitosamente del Valle de Katmandú. Entre bocinazos de alerta y paradas estratégicas para llenar y vaciar el estómago simultáneamente, llegábamos a Besishahar

Allí un jeep nos esperaba para afrontar ese último tramo de vaivenes que se alargaría más de cinco horas. Dharapani era el destino final, un pequeño pueblo de baja montaña de etnia Gurung, que formaba parte del llamado “Anapurna Conservation Area”.

Pero la verdad como no muy apegado al mundo del trekking, mi papel allí no era servirme de unas botas y algo de ropa, para limitarme a subir para después volver a bajar por pendientes imposibles.

El objetivo principal de esos días era llevar a cabo talleres relacionados con el mundo artístico en una escuela, para que los mismos ayudaran a despertar la sensación de que el aprendizaje está más allá de lo que dictaminan los libros de texto.

Con lo cual en un mundo en el cual todo parece estar escrito, la posibilidad de llegar de forma digamos poco convencional o mejor dicho no establecida parecía ser camino más arduo, que cualquier que nos pudiera llevar a cada una de esas montañas, tan preciadas por los que mayoritariamente las visitaban.

Escrito en palabras inteligibles, sería como poder hacer llegar lo abstracto a la educación, sin parecer que el resultado final no es más que una pura transcripción a un lenguaje nuevamente convencional.

Las herramientas utilizadas fueron el arte plástico, la música y el teatro; y después de intentar ver desde fuera el trabajo final, uno se quedaba con la sensación de no saber si realmente había dejado algo de validez o no.

Pero por suerte o no, a uno siempre se le queda la esperanza que lo entregado siempre deja por bien o por mal una huella; de manera que el fracaso o la victoria siempre acaba despertando un interés por conocer quien lo causo, y con ello un nuevo hilo de conocimiento se nos abre sin darnos cuenta.

Pasado uno días, puedo imaginar que cada uno de aquellos chicos, por una parte, se dieron cuenta que encima de un escenario podían representar un personaje que no era el suyo y con ello podrían tener más tablas para desempeñar los diferentes papeles que tenemos que interpretar en la vida. Por otra parte, se dieron cuenta que, rasgando cinco cuerdas de una guitarra, podían sentir que el sonido es algo más que aquello que surge de un aparato reproductor o bien que tras pintar un mural con dibujos que no necesariamente tienen que ser semejantes a la realidad, podían sentir que en su interior hay un universo que también crea.

Con lo cual uno se queda con la sensación que tal vez no hace falta esperar un resultado final tras el trabajo hecho durante la vida, pues tal vez la necesidad de ello no es nada más que sentirse realizado con uno mismo con algo tangible.

Lo más importante es poder pensar que cada uno de los chicos de aquella escuela, se puedan dar cuenta que están creando una nueva forma de contar la historia de sus vidas. Una nueva historia lejos de lo que escriben los libros de texto que tanto dictaminan nuestra forma de pensar.

Evidentemente que esas gesticulaciones dramatizadas encima de un escenario estarán influenciadas por imágenes televisivas o bien esos murales absorberán mucho de cada una de aquellas revistas que hayan pasado por sus ojos, pues estamos en un mundo interconectado socialmente; pero por encima de todo, lo importante es que, en cada uno de aquellos casos, todo ello habrá surgido de sus propias manos, caras, pies…y ese nuevo libro de texto invisible llevara su nombre por portada.

De camino de vuelta nuevos bocinazos y carreteras serpenteantes volvía a recordar, ahora egoístamente tenia nuevas visiones para poder seguir escribiendo una nueva historia que se alejaría también de cualquier cuaderno escolar cuadriculado; gracias por darme nuevos inputs en los que pensar.



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