domingo, 3 de septiembre de 2017


Ni tan lejos ni tan cerca

El hecho de que ahora esté lejos de allí, no significa que no me pare a escuchar el sonido de ese Cultrún; que con sus cuatro puntos cardinales marcados, golpea con fuerza esa Machi en búsqueda de una nueva desaparición en vulnerable democracia. Sí, la búsqueda de un ser humano llamado Santiago Maldonado.

Prosigue la lucha de cada uno de aquellos  que sufrieron el despojo de sus tierras para ser entregadas a los colonos. Unas tierras que ahora se encuentran teñidas de verde. Pero ya no parece ser ese verde que colmaba unos cerros, que según su forma de entender la vida comunicaban la tierra con el cielo. Ahora parecen estar registrados con verde comercial, por aquel que sigue tejiendo la idea de multiculturalidad en cada de uno de sus campañas publicitarias.

Sí, es aquel mismo que desde la década de los ochenta ha abanderado la igualdad de razas y la multiculturalidad. Sí, esa marca comercial que según parece utiliza su posición en el mercado para luchar a favor de las causas justas en un mundo cada vez más globalizado. Campañas que miran de frente a los prejuicios sociales, las enfermedades tabú como el sida, la libertad sexual, el racismo, la guerra, la prostitución, el medioambiente, la explotación laboral o los derechos de la infancia.

Campañas publicitarias en donde vemos actos de amor entre gobiernos enfrentados. Líderes políticos y gente de pié de calle son retratados frente a frente como si de una imagen unitaria se tratara. Vemos israelís y palestinos cogidos de la mano, estadounidenses con coreanos del norte o venezolanos…pero al fin y al cabo uno se da cuenta que todo ello, no deja de ser una farsa por vendernos un producto comercial.

Quitémonos de una vez la venda de los ojos de color verde y letras blancas que nos pusieron aquellos que con empuje marketiano, nos han vendido la idea que apostaban por acabar con el odio entre los humanos, al momento que nos vendían una pieza textil.

Evidentemente que no quiero entrar en debates políticos, pues ya hace tiempo que me aburrí de ello; pero tal vez ya va siendo hora  que nos saquemos las antojeras, pues nuestra distancia frente a todo crece en este mundo que parece las 24 horas conectado.

No al levantamiento de armas, no a la violencia, no…nada de esto pido, pero como diría Balzac, la resignación acaba siendo un suicidio cuotidiano.

Las campañas de veto a las marcas comerciales no matan a nadie y sí que tal vez pueden ayudar a que cada uno de aquellos lobbies que tratan y acaban manipulando la sociedad empiecen a temblar y sentir que lo primero de todo es el respeto al ser humano… lo siento señores pero la juventud indígena está ilustrada…

 “La Constitución argentina permite la reclamación de tierras de los pueblos originarios, pero Benetton rechaza el derecho ancestral al que apelan los mapuches…”

De nuevo mi mano s extiende en busca de un Cultrún con el que golpear fuerte y no hacer oídos sordos; un Cultrún en donde se unan dos manos para dialogar…



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