Ni tan lejos ni tan cerca
El hecho de que
ahora esté lejos de allí, no significa que no me pare a escuchar el sonido de
ese Cultrún; que con sus cuatro puntos cardinales marcados, golpea con fuerza
esa Machi en búsqueda de una nueva desaparición en vulnerable democracia. Sí,
la búsqueda de un ser humano llamado Santiago Maldonado.
Prosigue la lucha de
cada uno de aquellos que sufrieron el
despojo de sus tierras para ser entregadas a los colonos. Unas tierras que
ahora se encuentran teñidas de verde. Pero ya no parece ser ese verde que
colmaba unos cerros, que según su forma de entender la vida comunicaban la
tierra con el cielo. Ahora parecen estar registrados con verde comercial, por
aquel que sigue tejiendo la idea de multiculturalidad en cada de uno de sus campañas
publicitarias.
Sí, es aquel mismo
que desde la década de los ochenta ha abanderado la igualdad de razas y la
multiculturalidad. Sí, esa marca comercial que según parece utiliza su posición
en el mercado para luchar a favor de las causas
justas en un mundo cada vez más globalizado. Campañas que miran
de frente a los prejuicios sociales, las enfermedades tabú como el sida, la
libertad sexual, el racismo, la guerra, la prostitución, el medioambiente, la
explotación laboral o los derechos de la infancia.
Campañas
publicitarias en donde vemos actos de amor entre gobiernos enfrentados. Líderes
políticos y gente de pié de calle son retratados frente a frente como si de una
imagen unitaria se tratara. Vemos israelís y palestinos cogidos de la mano,
estadounidenses con coreanos del norte o venezolanos…pero al fin y al cabo uno
se da cuenta que todo ello, no deja de ser una farsa por vendernos un producto
comercial.
Quitémonos de una
vez la venda de los ojos de color verde y letras blancas que nos pusieron aquellos
que con empuje marketiano, nos han vendido la idea que apostaban por acabar con
el odio entre los humanos, al momento que nos vendían una pieza textil.
Evidentemente que no
quiero entrar en debates políticos, pues ya hace tiempo que me aburrí de ello;
pero tal vez ya va siendo hora que nos
saquemos las antojeras, pues nuestra distancia frente a todo crece en este
mundo que parece las 24 horas conectado.
No al levantamiento
de armas, no a la violencia, no…nada de esto pido, pero como diría Balzac, la
resignación acaba siendo un suicidio cuotidiano.
Las campañas de veto
a las marcas comerciales no matan a nadie y sí que tal vez pueden ayudar a que
cada uno de aquellos lobbies que tratan y acaban manipulando la sociedad empiecen
a temblar y sentir que lo primero de todo es el respeto al ser humano… lo
siento señores pero la juventud indígena está ilustrada…
“La Constitución
argentina permite la reclamación de tierras de los pueblos originarios, pero
Benetton rechaza el derecho ancestral al que apelan los mapuches…”
De nuevo mi mano s extiende en busca de un
Cultrún con el que golpear fuerte y no hacer oídos sordos; un Cultrún en donde
se unan dos manos para dialogar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario