miércoles, 20 de septiembre de 2017


Ya es hora que… evidentemente en cualquier parte del mundo

Ya es hora que empecemos a crecer sintiendo las cosas. Durante las primeras etapas de nuestra existencia nos dedicamos a explorar el mundo con los sentidos, nos dirigimos hacia el mundo exterior; hacia lo que podemos ver, tocar, oler o saborear, cualidades que van mermando a medida que pasan los años.

Durante las primeras etapas de nuestra existencia establecemos una relación personal, emocional, con todos aquellos elementos de la naturaleza a los que atribuimos algún poder, pero según parece cuando nos damos cuenta que no los podemos controlar, los colocamos como objeto con respecto a los deseos que le atribuyen.

Esta noche de nuevo cada uno de aquellos animales se pusieron a hablar entre ellos en hora punta, pues la madre tierra les hablaba de un nuevo saqueo emocional y en su caso no creo que nunca fuese personal.

Nosotros estúpidos de nosotros no nos dábamos cuenta de ello, pues un mal día decidimos que sentir demasiado era de débiles.

Sal corriendo y abrázate a un árbol si quieres, pues tal vez te darás cuenta que en un minuto podemos sentir más que en una vida. Sal a fuera y abrázate con quien quieras pues es algo más que la palabra lo que conecta las cosas…

Hasta que la representación del espacio no pase por la palabra, cuanta más movilidad tenga una persona o un grupo humano, más grande será el mundo para ella y más capacidad de decisión tendrá que demostrar frente a él.

Vivamos en un mundo más grande del que nos limitamos a vivir, tal vez empezaremos a descubrirlo con miedo porque no podemos controlarlo, pero recordad que manejar y controlar solo producen una respuesta: agresividad y resentimiento

Si el cielo se pone gris, si el viento azota más fuerte que nunca, si el mar se convierte en pura espuma….no trates de entenderlo, pues solo sintiéndolo todo será mucho más fácil.

No olvidemos lo que nos da la vida, no olvidemos lo que tenemos a nuestro alrededor….

Ahora desgraciadamente tal vez he pasado todo esto por el filtro de la escritura, pero en mi interior sigo pensando que lo he sentido, pero evidentemente no hay palabras para ello; así que tal vez solo me queda empezar a aullar para sentirlo de nuevo, aquí en Indonesia…




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