Retorno a Chile
Al cabo de unos meses las
montañas se volvieron nevadas, lo que me hacía pensar que ya había pasado una
temporada desde mi evasión. Pero ese Licancabur bañado de blanco seguía
respetando el color de sus faldas con esos bonitos colores del atardecer. Yo ahora
podía seguir sentado allí en frente con cigarro en mano pensando en todo lo que había hecho los últimos meses y seguir
soñando en escoger mi propio destino. No quería pensar que los días se estaban
volviendo por un igual al ir bajo una mochila, pues ello significaría que había
dejado de percibir las cosas buenas que aparecen en la vida; así que seguiría
pensando en que estaba en condiciones de realizar todo aquello que soñara, tan
sólo me tenía que permitir saber lo que quería.
Era momento de ponerme a trabajar
y había escogido a aquella Chile que durante más de dos meses me había acogido
con las manos abiertas; una sensación que recobre desde el momento que pise
aquel mar de Arica que me abrió el camino hacia San Pedro de Atacama.
Tal vez ahora no pisaría el Valle
de la Luna, la Laguna Cejar, los géiseres de Tatio; pero seguro que tendría
muchos nuevas cosas que aprender. Empecé por desempolvar mi viejo curriculum
para darle un aire más de garçon y con el poder rienda suelta al nuevo sueño.
Los primeros días estaban siendo
un poco complicados, pues la temporada de las vacaciones de los europeos no
estaba en su auge, así que con la ansiedad de hacer algo productivo me embarque
con la aventura de vender sándwiches vegetales por la calle; las ganancias no
eran muy provechosas, pero las risas compartidas bajando por Caracoles tenían
más recompensas de vuelta que las propias lucas que pudiera alcanzar al cabo
del día.
Unas bajadas por Caracoles que se
veían amenizadas con conversaciones con todos aquellos que me apoyaban en mi
búsqueda de laburo y que me dirigían hacía nuevas estancias en donde presentar
mis dotes o mis faltas. Era como un nuevo viaje en mi viaje y ello también me
hacía replantear si seguir escribiendo este diario, pues las aventuras a partir
de ahora tal vez se volverían más personales.
Con ello dejaba entrever que tal
vez a partir de ahora pasaría un tiempo sin escribir de cara al público y
retomar la escritura cuando partiera de estas tierras; tal vez mi estancia aquí
se alargaría hasta Agosto, pues tenía ganas de aposentarme durante un tiempo en
el mismo sitio. Pero también era consciente que si cualquier otro día me
levantaba por la mañana con ganas de explicar todo aquello que sucedía en mí
alrededor, seríais los primeros en saberlo.
Tal vez también necesitaba
descansar mi escritura para que la misma se volviera más genuina, pues tal vez
la reiteración de pensamiento podría ser un freno a la aparición de nuevas
sensaciones.
Así que tal vez no decía un hasta
luego, pero si un ya veremos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario