Nagarkot, sobrevivir o deseos
Podría ser un día cualquiera de
noviembre, pero hoy me encuentro tumbado en un sofá de esos llamados chill out,
en una no cualquiera terraza de un hotel no llamado por casualidad “End of the
Universe, en una sí, soleada mañana en Nagarkot.
Frente mío una alcanzable taza de
té y a lo lejos tal vez un inalcanzable lugar de nieve llamado Himalaya.
Evidente emoción por ver, aunque
sea desde lejos algo de lo que durante tantos años he oído hablar, al momento
que me pregunto porque las personas sueñan en subir esas montañas. Tal vez las
personas ven en ello el deseo más alto al que pueden aspirar; tal vez es la
única manera de poder ver materializado el poder llegar a lo más alto desde un
punto de vista espiritual.
Según parece los deseos aparecen
debido a nuestras carencias y estos acaban cuando los vemos representados. Sí,
son esos deseos que nos obligan día tras día a marcarnos metas y objetivos para
sentirnos que estamos haciendo algo interesante con nuestras vidas, aunque tal
vez muchos lo hacen para demostrar que sus vidas son interesantes. La verdad es
que es difícil saber quién marca nuestro destino, nosotros o ellos. Pues hay
que ver las cosas estúpidas que uno acaba haciendo por ser otro.
Según parece la mayoría de
personas se quedan sólo con sus deseos en mente y al no poder visualizar como
llegar hasta ellos, tarde o temprano acaban abandonándolos, con lo cual acaban
resignándose. Después es cuando llega Balzac y nos dice que la resignación es
un suicidio cuotidiano; con lo cual uno se pregunta si tener deseos es jugar
entre la vida y la muerte.
Intento pensar que mi único deseo
se materializa con el objetivo de sobrevivir, con lo que me agarro a esa taza
de té que tengo frente de mí; por suerte sobrevivir significa ver, oír, tocar,
saborear, sentir y lo más importante amar. Así que creo que con esto tengo
bastante, no es que tenga miedo en marcarme nuevos objetivos por miedo a la
muerte, pues ella es la única que me hace sentir que estoy vivo. Lo único que
pienso es que “pensar” en el futuro es una pérdida de tiempo.
Así que volvamos a la facilidad
de nuestros cinco sentidos y con ellos amemos. Empezando por nosotros mismos,
pues nadie ni nada es principio y fin de todos nuestros intereses; y recordar
que cuando uno entrega todo su amor, se queda solo.
Ahora es momento de escuchar
“Cerca del Cielo” de Nacho Vegas, para tal vez entender a aquellos que ven esos
ocho mil desde otro punto de vista. Tal vez en el fondo todo acaba siendo lo mismo;
- “una guerra tan cruel como la de uno contra uno mismo”.
En el fondo todo el mundo busca a
su manera que necesita para salvarse y seguir viviendo. En el fondo todo el
mundo busca a su manera como sobrevivir…
Pero recordad que Sísifo fue un
mito y no hace falta hacerlo realidad cada día con vuestras vidas.
Pensar en el futuro tal vez sea un suicidio por no centrarnos en el presente..pero este es algo tan efimero que no tiene mas tiempo...la esperanza es futuro. Pensar en alguien es pasado....y presente? La mente es maravillosa...pero t a mbien puede ser tu peor enemica. Bon diaaaaaaaa
ResponderEliminarSiempre y cuando la esperanza no sea el único antídoto para afrontar nuestros problemas. Bon dia!!!! :)
ResponderEliminarDepende de la situacion de cada uno o de si ya estas tocando al inframundo y no te queda nada.....
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