domingo, 5 de febrero de 2017


Cuando la Ama es algo más que un palíndromo

Una de las cosas que tal vez he pasado por alto en estos últimos escritos o en todos, ha sido la mitología, sin lugar a dudas una de las cosas más interesantes con las que divagar cuando uno conoce una nueva cultura.

Hoy tomaba de ejemplo Ganesh, tal vez no conocido por nombre por la mayoría de mortales, pero si por su forma. Sí, esa deidad que con cabeza de elefante habíamos podido ver en libros, estampas y murales que escondían una cierta espiritualidad en un mundo desconocido.

Si, quería hablar de Ganesh, pero no de la típica historia que relata como acabo con dicho aspecto, tras ira y posterior apaño de Shiva, sino de algo que daría a entender porque el mismo es adorado como el dios del conocimiento y la sabiduría.

Según parece tras reto presentado por sus padres, los presentes Shiva y Parvati, tenía que competir con su hermano Kartikeya, para ver cuál de los dos era el más rápido en llegar al sitio más inhóspito del mundo y volver; pues el primero que lo lograra recibiría el “premio” de casarse, (pongo comillas y abro paréntesis, porque soy de los que creo que uno debería estar siempre enamorado, por eso jamás debería casarse; el matrimonio implica una pérdida o renuncia a la libertad).

Tras paréntesis cerrado y esperando que cada uno piense lo que quiera, prosigo con la historia. Kartikeya se subió al lomo de Paravani su pavo real y sin perder tiempo emprendió el viaje; en cambio, Ganesh junto a su ratón se quedó tranquilo en su hogar, como si aquello no le importara demasiado.

Algunos tal vez pensareis que Ganesh quería vivir siempre enamorado y tal vez por esto no quería casarse. Pero no, la cuestión es que tras paso de unos días volteo a su madre Parvati y le dijo que el reto ya estaba superado en creces. Tal vez las palabras fueron los siguientes:

Madre, ¿acaso no has leído las escrituras sagradas?, Los Shastras dicen que tú eres la madre sagrada, el mundo y el universo entero, y yo te acabo de voltear, con lo cual he superado la prueba.

Podría ahora continuar con la historia, que si Ganesh se casó, que si Ganesh tuvo hijos, que si…pero tal vez al final podría acabar aburriéndoos con tanta mitología de golpe.

Al fin y al cabo, donde quería llegar yo era a otro sitio; tal vez lo de querer hablar de mitología me lo he inventado con la excusa de que saliera la palabra “Madre” y a partir de aquí traducirlo a Ama, que no es nada más que su significado en Nepalí.

Y el tema es que cada uno de aquellos llamados expatriados que voy conociendo dicen que tienen una Ama, que evidentemente no es la que regenta alguno de sus apellidos, sino que es alguien que les protege en su estadía. Sí, es como una madre tomada de préstamo mutuo, para poder anclarse en un vínculo allí a lo lejos de donde estén.

Los días siguen pasando, la palabra Ama sigue apareciendo en las conversaciones y yo sin ella. La verdad es que a veces giro la cabeza y disimulo cuando sacan el tema; pero en el fondo me quedo tranquilo, pensando que a la larga cada uno recibe lo que se merece.

Humildemente creo, que esa mujer que cada mediodía nos sirve ese Chowmein y que nos mira con cara misteriosa, acabará convirtiéndose en un tema de que hablar y en ese momento, yo no tendré que voltear más mi cabeza; pues -Se verla al revés -

La verdad que tanto texto sólo me ha servido para recordar, que a menudo nos cuesta decir lo que realmente queremos decir… y pensar que con una misma palabra tal vez parece que digamos dos; pero cómo no soy sabio ni tengo conocimiento…Palíndromo.



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