viernes, 6 de septiembre de 2013

No pienses, los medios ya piensan por ti..

Una vez más me veo en Chile, uno más de esos lugares en donde según parece los medios piensan por ti, tranquilos yo al igual que todos sigo con la ignorancia de pensar en estar creando un discurso nuevo.

Sí, una vez más nos vemos relegados a la posibilidad de pensamiento que nos dicta la Agenda-setting ejecutada sin “daño” alguno por todos aquellos sistemas informativos o informadores del sistema, que se hacen llamar medios de comunicación, la función de los cuáles es dar a incidir sobre las opiniones y temas que configuran el espacio público.

Sí, hablo de los llamados medios de comunicación, aquellos “entes” a los cuáles hay que dar las gracias por su capacidad de congeniar relaciones interpersonales; ya que bajo un prisma o mejor dicho bajo un filtro creado por ellos mismos, tienen la capacidad de crear “productos culturales” afines a ser juzgados por un “don nadie”, llamado ser humano.

Sí, señores!, porque una vez más, después de seguir durante unos días las informaciones que nos muestran los medios de comunicación, te das cuenta que sin cerebro alguno sólo se te da la posibilidad de “pensar” en todo aquello que según parece es lo que toca, y pongo entre paréntesis el hecho de la posibilidad de “pensar”, ya que la existencia de un libre albedrío del mismo, el pensamiento, es imposible de conocer, al menos por lo que a mí me acarrea.

Día a día, cada uno de los medios de comunicación, ya sea mediante la prensa escrita, la televisión, la radio, etc…, se encarga de dar un toque de heterogenización a cada uno de aquellos símbolos creados por la sociedad que sirven de insignia de entendimiento entre cada uno de nosotros.

Una heterogenización, que es necesaria para poder hacer llegar la información a cada una de aquellas cabezas vacías de pensamiento y llenas de ansias de sensación de grupo de las cuáles formamos parte.

De allí de la existencia de los diferentes enfoques que vamos encontrando en cada una de las explicaciones que se van dando entorno a los acontecimientos que se van sucediendo a nuestro alrededor, los cuáles van apareciendo bajo un mismo formato, al mismo momento que cambian su título de presentación. Está claro que una misma noticia será presentada en relación a quien la firme.

Sí, porque esa existencia inverosímil de cualquier connotación homogénea social se convierte en heterogénea, con el fin de poder hacer llegar cualquier información a cualquier cabeza no-pensante; al fin y al cabo nos encontramos en una sociedad capitalista, en la que todo el mundo tiene el derecho a ver “creada” su cultura, de verla caracterizada, eso sí, bajo un precio, el precio del medio de comunicación; el único con capacidad tanto de creación de cualquier simbología cultural, como de hacer creer que la misma aparece a partir de cualquier pensamiento existente.

Una vez más, la deshumanizad de lo llamado “ambiguamente” lo social, se mueve por la ley de la oferta y la demanda, con lo cual quien aporte más, siempre tendrá la posibilidad de sentirse más respaldado; ya que esa máquina de creación de “simbologías culturales”, conocida también como medio de comunicación, tendrá más razones “económicas” para crear.

Eso sí, crear bajo la insignia capitalista, y no por ello evolucionista, ya que sin querer entrar en debate de la posible intoxicación estatal comunicativa a la que se ve o ha visto aquejada cualquier estado, su evolución más que la cohesión de pensamiento, busca la cohesión de enriquecimiento social, la cual a partir del momento que se percibe como digna de seguimiento, es utilizada como evidente emblema de estabilidad de pensamiento.

Sin tener la intención de seguir lanzando piedras entorno al capitalismo y poder acabar así con dicha “crítica”, acabaré diciendo que creo que uno de los principales problemas es que debido a la profunda evolución de las tecnologías de la información, al profundo avance de las mismas, hace imposible la existencia de cualquier pensamiento socio-político-cultural…., que se pueda alejar del capitalismo.

Dicho en otras palabras, el capitalismo nació al mismo tiempo que nacieron los medios de comunicación o posiblemente unos llevaron a otros, en el fondo fue el “descubrimiento” o no de una gran capacidad de negocio y la retroalimentación producida por ambos hace inútil la existencia de uno sin el otro.

Por mucho que pensemos, que nuevas tecnologías tales como Internet, pueden dar pié a una más alta heterogenización de pensamiento, debido a que el mismo supone una ventana abierta a cualquier tipo de pensamiento, la posibilidad de “sobrevivir” del mismo pasa por la incapacidad de respaldarlo; con lo cual lo único a lo que podemos llegar, lo único que podemos vislumbrar, son aquellas pequeñas diferenciaciones que evidencian que la comunicación es preformativa, ya que genera inevitablemente procesos de diferenciación y cambio en la misma relación comunicativa. Con ello nos aparece aquella débil sensación, en el fondo inexistente de que los medios de comunicación, pueden convertirse en agentes de cambio social.

Sí, hablo de aquella débil sensación de libertad necesaria que tenemos los humanos de poder pensar que pensamos, que podemos cambiar algo; no obstante y sin intención de mostrar un carácter pesimista, la posibilidad de cambio pasa por la creación de aquello existente; así pues cualquier capacidad de nuevo pensamiento es de evidente inexistencia a partir del momento que lo evidenciamos.

Con ello quiero decir, a pesar de que pueda pensarse que la valoración es más a título “personal” (hecho imposible, ya que evidentemente estará suscitada por un alguien), que se me suscita la duda de la posibilidad de que exista una capacidad de creación, transformación e uso particular de cada uno de los productos culturales presentados al consumo por parte de los Medios de comunicación.

Según a mi entender los productos culturales presentados al consumo, ya se presentan de forma estratificada e afín a partir de cada uno de los medios de comunicación existentes, sin “derecho” a una creación inexistente.

La recontextualización de cada uno de los productos presentados por los medios de comunicación, ya se ven presentados de buen principio por cada uno de ellos; no surgen de lo individual, sino que es el propio individual el que se encuentra dentro de dicha multitud de pensamiento mediatizada.

Está claro que la existencia de una recontextualización grupal de cada uno de los productos culturales presentados, la cual viene determinada por cada una de las diferentes fuentes que nos presentan los diferentes tipos de medios de comunicación, nos ofrece la posibilidad de que cada uno de los “grupos” presentes interpreten a “buen ojo”, cada una de las similitudes a sus propias costumbres, ideas “estandarizadas”.

Con todo lo presentado hasta el momento quiero dar a entender, que por mucho que las teorías sociológicas, nos quieran hacer entender de la existencia de al menos, una capacidad de decisión en torno a todo aquello que podemos deliberar frente a la “Agenda” presentada; la posibilidad de que dicha deliberación se aleje por ejemplo del impacto directo de la aguja hipodérmica, pasa como mucho por la “intoxicación” deliberada de aquel ente, personaje, líder,…(llamada también de doble flujo de comunicación), la cual no olvidemos proviene también de los medios de comunicación; a no ser que el mismo provenga de otro “planeta”. No olvidemos tampoco, que la función de los medios de comunicación es la construcción de aquella realidad que todos podamos reconocer.

Con lo cual y volviendo a lo de “antes”, nos volveremos inevitablemente a la visualización de una realidad ya creada y con imposibilidad de variabilidad “incontrolada” alguna por parte de la misma.

Con todo ello podríamos hablar también de la cuestión de la espiral del silencio presentada por Noelle-Neuman, sobre la necesidad del ser humano del sentirse acomodado a aquel pensamiento originado por la opinión pública, ya que la existencia del mismo, la existencia de cualquier pensamiento es imposible de entender sino es a partir del filtro social, no sólo de aquel que es originado por los medios de comunicación, sino por el propio originado por cualquier “ente existencial”.

Supongo, que estas palabras señalan más una crítica a un todo, que no a la propia valoración de las ideas presentadas por cada una de las fuentes de pensamiento presentadas en este “episodio psicológico”; individualistas y sociológicas. Pero me es imposible pensar la existencia del pensamiento humano o mejor dicho de la variabilidad de pensamiento del mismo; ya que el mismo no tiene capacidad de creación y su variabilidad se limita a cualquier “ocurrencia conocida”.

Actualmente, sin entrar en el hecho que exista el interés de la existencia de lo no conocido, ya sea por el hecho de la “in-necesidad” de romper con todo lo creado, de romper con la costumbre, valores culturales, estructuras,…en fin romper con todos los aspectos por los cuáles los medios de comunicación se sirven de piezas de juego, sino que aquello no conocido no se encuentra a nuestro alcance.

En definitiva la única variabilidad se supone a la mezcla de pensamiento e intoxicación social, derivada de unos mismos ingredientes que día a día los medios de comunicación luchan por hacer aflorar en son de la sociedad capitalista.


Así que seguiremos pintando nuestros medios tras superficies de cartón, imaginando nuevos sueños que evadan la existencia de la realidad…


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