domingo, 15 de septiembre de 2013

Valparaíso sigue conmigo

Después de mucho tiempo sentía que finalmente estaba viviendo en una burbuja tal vez creada por mí mismo; una burbuja sin fines preestablecidos. En ningún momento me sentía enfrentado a la trabajosa y permanente necesidad a la cual había estado evocado durante mucho tiempo de inventarme un sentido por el cual pensar que era “algo”.

Tal vez mi día a día no era muy especial para la mayoría de vivientes; el mismo transitaba entre horas de lectura, deporte, escritura, paseos, propuestas de cultura gratuita y como no ese reconfortante paseo al puerto de Valparaíso en donde me rodeaba de perros hambrientos y palomas iluminadas al son de los últimos flashes que nos visitaban…Repeat..y como no esas idas y venidas a casa en donde tras la sombra de “la plage” aparecían genuinas sonrisas tras la  naturalidad de buena gente con la que compartir la vida.

Con ello empezaba a dudar de la necesidad de eso que llaman “autorealización” para sentirse ser ese “algo” del que hablaba anteriormente. Pues sin unidad alguna con la que medir las sensaciones; egocéntricamente podía decir que las mismas estaban acompañándome.

Ahora mismo recordaba las palabras de ese buen lutier que días atrás me había abierto las puertas de su casa; él me decía que hiciera lo que quisiera en esta vida, pero lo que hiciera lo hiciera bien; pues tal vez lo único que me tenía que proponer era vivir…así que tenía que intentarlo hacer lo mejor posible.

Supongo que muchos de vosotros pensareis que bien hay que trabajar y con ello nos poníamos en los próximos días; gracias a un buen amigo que me daba la oportunidad de empezar a dar una mano en un negocio.

A partir de los próximos días empezaría a vender paltas, lechugas, manzanas, jamonadas, aceitunas,…tras ese pequeño mostrador del cerro….

Pues que se podía pedir más; imposibilitado de ejercer como psicólogo como oportunidad de ayudar a la gente, ahora ayudaba a dar caprichos gastronómicos frente a rostros esperanzados de evadirse del día a día. Pues de esta manera podría pensar que no vivía para mí mismo sino por la felicidad de más gente, de manera que viviría eternamente… pues alguien siempre me recordaría tras cualquier bolsa de manjar…

Pues tal vez si así lo pienso, estaba buscando un sentido de autorealización al trabajo con lo que me estaba contradiciendo con lo dicho anteriormente; pero bueno supongo que para poder seguir pensado en algo es inevitable contradecirse.


¿O es que tal vez quien se contenta con nada lo posee todo?¿ahora lo tengo todo o no tengo nada? ¿Qué es todo y que es nada…según quién?¿según uno mismo o según lo que piensan los que nos rodean?... ¿?¿ no nos queda otra que seguir pensando….




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