Sometimes… a veces uno no encuentra lo que busca
Ese día me levanté de buena mañana, recordaba que
había llegado a un sitio nuevo a altas horas de la noche. Así que me baje
directo hacia la recepción para ver si tenía algún tipo de almuerzo incluido;
entonces fue cuando me encontré con la sorpresa de que la recepcionista sólo
hablaba inglés, así como todos los que me rodeaban esa mañana.
Así que tal vez un poco asustado regresé corriendo
hacia la habitación, para verificar si había algún sello de salida en mí
pasaporte, pues tal vez había tenido una mala tarde y había cambiado de país…
Del día anterior recordaba un apetitoso vigorón con Yuca compartido en alguna
de aquellas sombrías paradas de bus; y a Elena y Rebeca, esas simpáticas chicas
que parecían lanzarse a la noche de ese Lloret de Mar de Costa Rica llamado
Jacó y que fueron un buen anzuelo para que nos levantaran en Auto Stop.
Pero finalmente al ver los anuncios de Tours que
papeleaban aquellas paredes me di cuenta que no había cambiado de país, sino
que tal vez el anglicismo estaba en auge y atacaba de nuevo cerca del Parque
Nacional Manuel Antonio allí en Quepos.
Así que frente a la multitud de gente que parecía
acudir en masa a ese Parque, me tomé el capricho de junto a quien ahora me
llamaba parcero, de entrar y así poder conocer aquel llamado bosque tropical
húmedo que parecía encontrarse atado a nuevos muros de prepago.
Los telescopios a lo largo de cualquier camino de
piedras y madera señalizadas auguraban una aventura tal vez puesta a punto cada
mañana al gusto del turista. Es cierto que las jaulas no existían, pero el
ánimo de libertad de cada uno de aquellos tocayos que deambulaban con etiqueta
tras flash exclamativo, parecía diluirse al mismo ritmo que un país parecía
perder su esencia tras vender su propia imagen a un turismo influyente.
Pude divisar tucancillos, pelícanos, monos, pero las
serpientes o las iguanas parecían ya haber escapado de las multitudes, al
momento que el propio oso perezoso descansaba resignado en la copa de cualquier
árbol, al haber perdido cualquier opción de integrarse en su propio hábitat tal
vez inventado por otros.
La diversión vino en las bonitas playas de Espadilla o
de los Gemelos; allí al menos uno podía ver como los mapaches intentaban
recuperar su hábitat mientras burlaban a los bañistas hurgando en esas mochilas
hechas a medida de lo que se acontecía en un bosque con entrada y salida
prefijada.
Una vez más me faltaba algo con lo que sorprenderme;
aun así las noches eran divertidas pues improve mi inglés tras compartir nuevas
cervezas con amigos que se alegarían tras una nueva fecha de caducidad.
Y seguiremos buscando……
Dans la vie il faut savoir ce qu'on veut,
ResponderEliminarmais il faut toujours se mettre dans la tête
que parfois on aime ce qu'on n'as pas.
Alors, qu'est-ce que tu veux?
"Así me lo dijeron y tardé tiempo en encontrar la respuesta."
Sí, supongo que tengo que acabar queriendo lo que tengo en mi cabeza :)
ResponderEliminarJeje 10! ;-)
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