martes, 11 de marzo de 2014

Sometimes… a veces uno no encuentra lo que busca

Ese día me levanté de buena mañana, recordaba que había llegado a un sitio nuevo a altas horas de la noche. Así que me baje directo hacia la recepción para ver si tenía algún tipo de almuerzo incluido; entonces fue cuando me encontré con la sorpresa de que la recepcionista sólo hablaba inglés, así como todos los que me rodeaban esa mañana.

Así que tal vez un poco asustado regresé corriendo hacia la habitación, para verificar si había algún sello de salida en mí pasaporte, pues tal vez había tenido una mala tarde y había cambiado de país… Del día anterior recordaba un apetitoso vigorón con Yuca compartido en alguna de aquellas sombrías paradas de bus; y a Elena y Rebeca, esas simpáticas chicas que parecían lanzarse a la noche de ese Lloret de Mar de Costa Rica llamado Jacó y que fueron un buen anzuelo para que nos levantaran en Auto Stop.

Pero finalmente al ver los anuncios de Tours que papeleaban aquellas paredes me di cuenta que no había cambiado de país, sino que tal vez el anglicismo estaba en auge y atacaba de nuevo cerca del Parque Nacional Manuel Antonio allí en Quepos.

Así que frente a la multitud de gente que parecía acudir en masa a ese Parque, me tomé el capricho de junto a quien ahora me llamaba parcero, de entrar y así poder conocer aquel llamado bosque tropical húmedo que parecía encontrarse atado a nuevos muros de prepago.

Los telescopios a lo largo de cualquier camino de piedras y madera señalizadas auguraban una aventura tal vez puesta a punto cada mañana al gusto del turista. Es cierto que las jaulas no existían, pero el ánimo de libertad de cada uno de aquellos tocayos que deambulaban con etiqueta tras flash exclamativo, parecía diluirse al mismo ritmo que un país parecía perder su esencia tras vender su propia imagen a un turismo influyente.

Pude divisar tucancillos, pelícanos, monos, pero las serpientes o las iguanas parecían ya haber escapado de las multitudes, al momento que el propio oso perezoso descansaba resignado en la copa de cualquier árbol, al haber perdido cualquier opción de integrarse en su propio hábitat tal vez inventado por otros.

La diversión vino en las bonitas playas de Espadilla o de los Gemelos; allí al menos uno podía ver como los mapaches intentaban recuperar su hábitat mientras burlaban a los bañistas hurgando en esas mochilas hechas a medida de lo que se acontecía en un bosque con entrada y salida prefijada.

Una vez más me faltaba algo con lo que sorprenderme; aun así las noches eran divertidas pues improve mi inglés tras compartir nuevas cervezas con amigos que se alegarían tras una nueva fecha de caducidad.


Y seguiremos buscando……



3 comentarios:

  1. Dans la vie il faut savoir ce qu'on veut,
    mais il faut toujours se mettre dans la tête
    que parfois on aime ce qu'on n'as pas.
    Alors, qu'est-ce que tu veux?

    "Así me lo dijeron y tardé tiempo en encontrar la respuesta."

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  2. Sí, supongo que tengo que acabar queriendo lo que tengo en mi cabeza :)

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