El Proyecto Joven corre en
beneficio de su país
El 25 de septiembre de 2015, 193
líderes mundiales se comprometieron con 17 Objetivos Mundiales para lograr en
los próximos 15 años. Se trataban de objetivos globales que se encaminaban a erradicar
la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte
de una nueva agenda de desarrollo sostenible.
Para poder conseguir cada uno de
estos 17 objetivos, la ONU invitaba a que cada uno nosotros fuésemos participes
de ello; pues la participación tanto de los gobiernos, como del sector privado y
la sociedad civil era necesario para su logro.
A partir de ello tanto empresas
como organizaciones gubernamentales o no, tomaron como emblema dichos objetivos
en base a sus políticas de acción.
Este fue el caso de la empresa
inglesa “Impact Marathon Series”, que diseño una estrategia para aprovechar el
simple poder de correr para construir comunidades de forma sostenible e unir a
la gente en torno a grandes causas, dejando un impacto duradero en el mundo
La idea se lanzaba bajo la fórmula
de visitar, conocer y correr con las mismas personas cuya vida podías cambiar,
gracias a la inscripción en sus eventos. Unos eventos deportivos que se
centraban en cuatro países: Guatemala, Malawi, Colombia y Nepal.
Impact Marathon Series llegaba a
Katmandú en búsqueda de voluntarios que pudieran cubrir dicha hazaña y no
casualmente llamaba a la puerta del Proyecto Joven de Amics de Nepal; pues
según parece empezamos a ser conocidos por el hecho de no tener un “no” por
respuesta, frente a cualquier ayuda social que podamos ofrecer.
Los chicos de nuevo tomaban la
iniciativa como una posibilidad de vivir una interesante experiencia personal y
olvidaban de nuevo que el sábado era el día de descanso semanal.
A las cinco de la mañana
esperaban cargados de ilusión en esa esquina de Chabahil Chowk a que llegara
ese bus que les llevaría en lo alto de esa aldea de Kakani. Allí rodeados de
voluntarios de todas las partes del mundo aportaban su grano de arena a dicha
iniciativa, al momento que compartían experiencias y conocimientos que les
abrirían nuevas puertas al conocimiento.
Sus acciones fueron encaminadas a
llevar el control de los diferentes avituallamientos del evento, al momento que
algunos de ellos se erigían como jueces de control de paso de los
participantes.
Pero lo más importante es que
cada uno de ellos se impregnaba del significado de cada uno de aquellos
diecisiete objetivos marcados por la ONU y eso los llevaría a pensar en temas
como la necesidad de una educación de calidad, la igualdad de género, la
energía asequible y no contaminante, etc… y en cómo podrían ser puestos en tela
de juicio en sus representaciones dramáticas.
Como es sabido todo pasa por algo
en esta vida; estoy seguro que los nuevos personajes que tomen vida en los
espectáculos que se avecinan, estarán representados por la lucha de esos
diecisiete objetivos que a cada uno de nosotros por suerte o desgracia nos
tocan de cerca.
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