miércoles, 7 de diciembre de 2016


El Proyecto Joven corre en beneficio de su país

El 25 de septiembre de 2015, 193 líderes mundiales se comprometieron con 17 Objetivos Mundiales para lograr en los próximos 15 años. Se trataban de objetivos globales que se encaminaban a erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

Para poder conseguir cada uno de estos 17 objetivos, la ONU invitaba a que cada uno nosotros fuésemos participes de ello; pues la participación tanto de los gobiernos, como del sector privado y la sociedad civil era necesario para su logro.

A partir de ello tanto empresas como organizaciones gubernamentales o no, tomaron como emblema dichos objetivos en base a sus políticas de acción.

Este fue el caso de la empresa inglesa “Impact Marathon Series”, que diseño una estrategia para aprovechar el simple poder de correr para construir comunidades de forma sostenible e unir a la gente en torno a grandes causas, dejando un impacto duradero en el mundo

La idea se lanzaba bajo la fórmula de visitar, conocer y correr con las mismas personas cuya vida podías cambiar, gracias a la inscripción en sus eventos. Unos eventos deportivos que se centraban en cuatro países: Guatemala, Malawi, Colombia y Nepal.

Impact Marathon Series llegaba a Katmandú en búsqueda de voluntarios que pudieran cubrir dicha hazaña y no casualmente llamaba a la puerta del Proyecto Joven de Amics de Nepal; pues según parece empezamos a ser conocidos por el hecho de no tener un “no” por respuesta, frente a cualquier ayuda social que podamos ofrecer.

Los chicos de nuevo tomaban la iniciativa como una posibilidad de vivir una interesante experiencia personal y olvidaban de nuevo que el sábado era el día de descanso semanal.

A las cinco de la mañana esperaban cargados de ilusión en esa esquina de Chabahil Chowk a que llegara ese bus que les llevaría en lo alto de esa aldea de Kakani. Allí rodeados de voluntarios de todas las partes del mundo aportaban su grano de arena a dicha iniciativa, al momento que compartían experiencias y conocimientos que les abrirían nuevas puertas al conocimiento.

Sus acciones fueron encaminadas a llevar el control de los diferentes avituallamientos del evento, al momento que algunos de ellos se erigían como jueces de control de paso de los participantes.

Pero lo más importante es que cada uno de ellos se impregnaba del significado de cada uno de aquellos diecisiete objetivos marcados por la ONU y eso los llevaría a pensar en temas como la necesidad de una educación de calidad, la igualdad de género, la energía asequible y no contaminante, etc… y en cómo podrían ser puestos en tela de juicio en sus representaciones dramáticas.

Como es sabido todo pasa por algo en esta vida; estoy seguro que los nuevos personajes que tomen vida en los espectáculos que se avecinan, estarán representados por la lucha de esos diecisiete objetivos que a cada uno de nosotros por suerte o desgracia nos tocan de cerca.



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