sábado, 12 de enero de 2013

De los recuerdos del pasado a Coriñanco
La imágenes fueron pasando a través de una ventana que se encargaba de sucumbirme hacia un retorno al pasado; posiblemente tan sólo se trataba de uno de esos anhelos de nostalgia del cual uno quiere ser partícipe, para poder revivir esos bonitos momentos que muchos buenos días nos dio vida. Pero ello no significaba que estuviera intentando escapar de lo que estaba viviendo en estos momentos, pues era consciente que sólo sabiendo donde me encontraba ahora y que era lo que respiraba ahora, era la única manera de saber hasta dónde podría llegar.
Así que no me asusté cuando Niebla, Los Molinos o Coriñanco tomaron el nombre de mi siempre fiel Mataró, mi querida Caldetas o mi vivida St.Pol de Mar; es más, si dirigía mi mirada a lo largo de ese mapa, veía como se acercaba la Costa Brava…así que un nuevo respiro de proximidad se apoderaba de mi al mismo momento que medio anonadado por ese impulso me puse en pié para revivir esos momentos, pero eso sí, sin intentar rendir cuenta a un pasado.
Ahora ya no se trataría de un recuerdo de St.Pol de Mar, sino que Coriñanco tenía nombre propio y por ello ya era suma razón como para ofrecerle humildemente mi total respeto al dejarme poder participar de todo aquello que me ofreciera.
Así que nueva carpa extendida bajo  tapiz verde; un tapiz equilibrado por el hambre de aquel animal que un día perdió cierta consagración cuando partió de la India, se preparaba de nuevo para recibir un nuevo atardecer. Un atardecer que no significaría el fin de nada; pues seguiría manteniendo los recuerdos del pasado al mismo momento que conseguiría que el presente se volviera recuerdo; para poder así seguir disfrutando nuevamente de cualquier imagen animada o no que me permitiría llevar mi consciencia al pensamiento de lo vivido.
El mar, la arena, los olores, el aire, todas las sensaciones se encargarían de volver allí, cuando yo no lo necesitara. Podría pensar que el tiempo no rehace lo que perdemos; pero la eternidad lo guarda para la gloria; así que en ese momento cerré los ojos y el “repeat” se encargó de volver a hacer sonar “Calgary” de Bon Iver, ello me permitió revivir o vivir tal vez cada una de las palabras que había escrito a través de “esa” ventana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario