domingo, 24 de marzo de 2013


Camino a cualquier sitio, uno de tantos días
 
Llego el día de describir uno de tantos días en que te montas en un autobús y esperas la llegada a un nuevo sitio en donde…ahora aquí sentado observo…

Miradas perdidas con ganas de comunicar sentimientos,
sonrisas amables sin intención de dañar a quien se pueda sentir observado.


Sentimientos perdidos que buscan libros abiertos,
sentimientos que reflejan emociones perdidas de las cuales algún día formaron parte.

 
Manos gastadas que buscan un aliento de esperanza,
manos gastadas por un inalcanzable tiempo de espera.

 
Móviles ansiosos en la búsqueda de un primer contacto,
móviles que nos ayudan a pensar quien somos o lo que piensan que somos.

 
Oídos cerrados bajo sintonías que nos aíslan por un momento de lo que somos,
oídos cerrados que se vuelven amargos al escuchar el silencio.

 
Letras gravadas bajo sentimientos anónimos,
letras gravadas tras un alguien que un día se encontró sólo.

 
Apuntes mojados que destiñen saber,
apuntes mojados de un alguien que un día decidió pensar.

 
Papeles de plata que esconden el amor de quien nos vio despertar,
papeles de plata que dan calor a nuestros sentimientos.

 
Cristales que sirven de espejo a aquellos que vieron perder su madrugada,
cristales que reflejan quienes somos.

 
Historias anónimas que buscan su estela bajo un rebaño de transeúntes,
historias anónimas que buscan sentido a sus movimientos.

 
Botones que se abrochan tras cristales opacos,
botones que nos desinhiben de cualquier miedo a ser quien somos.

 
Próxima estación…la vida

 
Bajo mis oídos hoy sonaba Cos penhague; Dejarse llevar suena demasiado bien,  jugar al azar, nunca saber dónde puedes terminar o empezar…
 
 

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